La miopía es el defecto refractivo más común en la población mundial. Se calcula que el 22,9 por ciento de la población mundial es miope y, de ese porcentaje, el 2,7 por ciento tiene miopía alta. La mayoría de los casos de miopía se desarrollan durante la edad escolar y ésta comienza a aumentar entre los 5 y los 7 años.
Además, todo apunta a que las cifras aumentarán en los próximos años. De hecho, se espera que el 49,8 por ciento de la población mundial sea miope y que el 9,8 por ciento tenga miopía alta (más de seis dioptrías). En la franja de edad comprendida entre los 5 y los 9 años, se estima que la tasa de miopía se duplicará, pasando del 5 en 2000 al 10 por ciento en 2050.
Pero, ¿podemos prevenir la miopía? Aunque la genética juega un papel importante, hay factores ambientales que pueden influir en este defecto refractivo. De hecho, un estudio realizado por la Fundación ALAIN AFFLELOU y el grupo de investigación en visión, liderado por la doctora Cristina Álvarez Peregrina, profesora de la Universidad Europea, reveló que hay una tendencia a la miopía cuanto mayor es el tiempo en visión cercana y que la prevalencia de este trastorno de visión disminuye con una mayor exposición a la luz solar.
Además de realizar al menos dos horas diarias de actividades al aire libre, con el fin de evitar o retrasar lo máximo posible la aparición de la miopía, el Instituto Oftalmológico Fernández Vega da otras recomendaciones que podrían ayudar con este problema de visión.
Mantener una distancia correcta cuando miramos una pantalla o leemos es fundamental, así como alternar las actividades que requieran nuestra visión de cercano con la de lejos.
A la hora de mirar la pantalla de un dispositivo electrónico o de leer un libro o revista, recuerda que no es recomendable acercarse demasiado. Ten presente que debes mantener siempre una separación adecuada.
Además, es recomendable descansar cada 20 minutos de esfuerzo ocular 20 segundos mirando a unos seis metros de distancia. Se conoce como la regla de los 20-20-20, por la distancia de los 6 metros en pies, 20.
En estos últimos meses, en los que la frecuencia del uso de pantallas se ha incrementado, es importante recordar que parpadeamos menos por lo que la hidratación del ojo empeora. Así, si fuese necesario, se pueden utilizar lágrimas artificiales.
En este sentido, el uso excesivo de lentillas también puede resecar los ojos. La misma fuente también recuerda la importancia de extremar la higiene y no frotarse los ojos, especialmente, sin haberse lavado las manos.
En lo relativo al uso de pantallas, es fundamental también regular el brillo de los dispositivos electrónicos, activando el modo nocturno y utilizando el bloqueo de la luz azul. Asimismo, se debe mantener una postura adecuada, guardando una distancia de entre 50 y 60 centímetros.
En cuanto a la iluminación, se recomienda evitar la luz directa y las sombras y mantener una temperatura ambiente agradable para evitar la sequedad ocular.
Por último, animan a tener unos hábitos saludables, con una dieta rica en Omega 3 y las vitaminas A, C y E y a prescindir del tabaco.