Consejos y ayudas para conseguir dejar de fumar

  • Dejar de fumar es posible (y te hará sentir mucho mejor contigo mismo): consíguelo con estos trucos y consejos

Dejar de fumar es uno de los retos más complicados a los que podemos enfrentarnos para mejorar nuestra salud, pero es perfectamente posible dejar atrás este hábito por muy arraigado que esté. Eso sí, serán necesarias altas dosis de fuerza de voluntad hasta que consigamos cambiar nuestras rutinas y consolidarnos como personas no fumadoras. ¿Qué trucos existen para dejar de fumar? Toma nota de estos consejos para lograrlo.

¿Cómo dejar de fumar? Mejora tus posibilidades con estos trucos y consejos

Lo más importante es estar plenamente convencido de querer dar el paso de dejar de fumar. De lo contrario será muy difícil dejar atrás este hábito de forma definitiva o tener la fuerza de voluntad necesaria para resistir la tentación de fumar, especialmente durante la primera etapa.

Los primeros días sin tabaco pueden hacerse muy cuesta arriba y puede parecer que la meta es imposible, pero lo cierto es que cada día que pasa nuestro cuerpo siente menos necesidad de fumar. La acumulación de pequeñas victorias nos ayudará también a mantenernos fuertes: cuando lleves un mes sin fumar te costará más tirar por tierra el esfuerzo realizado que cuando lleves una semana, y así sucesivamente.

Con todo, en situaciones de estrés o tristeza, así como en eventos de ocio o en cualquier situación que asocies fuertemente con el tabaco, es probable que tus defensas bajen: son esos momentos los que supondrán tu gran reto una vez que hayas pasado la primera fase, y es en ellos en los que resulta más fácil volver a adquirir el hábito.

En cuanto al primer momento, tal y como aconsejan desde la web Cancer.org, es importante permanecer el máximo tiempo posible en lugares en los que no esté permitido fumar, así como evitar aquellos planes que asociemos con el hábito de fumar. Si para ti el café va inevitablemente unido a un cigarrillo, tal vez debas modificar un poco tu dieta al principio para sentirte menos tentado y, de paso, mejorar tu alimentación y ayudar a tu cuerpo a limpiarse.

Te ayudará también a reafirmar tu decisión hacer más deporte y, en general, rodearte de nuevos hábitos de salud, aunque sin traspasar los límites de lo realista: si cambias de forma radical tu día a día, es posible que tu nuevo plan te sobrepase y no dure demasiado.

Beber mucha agua, evitar el alcohol y consumir frutas y zumos naturales son otras de las pautas clave en esta primera etapa. También utilizar sustitutos al cigarrillo que mantengan nuestras manos ocupadas, o reemplazar este hábito con otro de carácter sano. Eso sí, hay que tener cuidado de no cambiar un hábito nocivo por otro: consumir alimentos con azúcar durante la antigua pausa del cigarrillo, comer alimentos con mucha sal... Se trata no solo de abandonar el tabaco, sino también de aprender a respetar y a mimar nuestro cuerpo desde todos los ámbitos posibles.

Puedes acudir a frutas y verduras para calmarte en los momentos de más ansiedad, así como mantener una dieta de pequeñas pero constantes raciones para que tu nivel de azúcar en sangre sea constante.

Sobre todo al principio, es importante modificar nuestros hábitos y gratificarnos con actividades placenteras que nos hagan sentir bien. Es el mejor impulso para seguir adelante y ganar fuerza de cara a situaciones de estrés futuras en las que nos sintamos tentados. También tener presentes y claras las razones que nos llevaron a dejar de fumar: al principio son muy necesarias y tendremos que rememorarlas constantemente para lograr nuestra meta pero, con el paso del tiempo, la dificultad desaparecerá y con ello se difuminarán nuestras motivaciones iniciales. Es importante tenerlas presentes y recordarlas de vez en cuando porque los momentos de crisis existirán y debemos evitar afrontarlos sin herramientas.

Otro consejo es recurrir a técnicas como la meditación o la relajación: se trata de tomarnos un tiempo para observar nuestro cuerpo y sus reacciones. Por ejemplo, respirar profundamente puede ayudarnos a poner el foco en nuestro sistema respiratorio, medir nuestra capacidad pulmonar, notar diferencias en cuanto a la percepción de olores... Es de gran ayuda visualizar cómo nuestros pulmones se van limpiando progresivamente y alimentar este proceso con ejercicio y respiraciones profundas, así como con eventos de aire libre en los que respirar aire puro.

Por último, intenta premiarte y reconocer tus logros: dejar de fumar no es sencillo y bien merece que te permitas un capricho, como regalarte algo que te haga especial ilusión con el dinero que hubieras invertido en tabaco. En última instancia, se trata de una victoria de la que estar muy orgulloso: dejar de fumar implica tomar el control sobre uno mismo y ganar fuerza y autonomía, mejorando en el camino nuestra salud.