No hay verano sin picaduras de mosquitos y a muchos nos generan tal picor que no podemos impedir rascarnos como “posesos”. Sabemos de sobra que esa fricción de nuestras uñas no calma, sino que lo incrementa, lo convierte en dolor y en una herida que después se transforma en cicatriz.

Así que en Uppers nos hemos puesto a buscar cómo aliviar las picaduras de mosquitos con remedios rápidos y productos que se encuentran en las despensas, en las macetas de la terraza o en el jardín de muchas casas. También hemos consultado a nuestro médico de empresa cuánto tiempo dura la picadura de un mosquito para concentrarnos y no rascarnos durante ese tiempo. ¡A ver si de una vez somos capaces!

El mosquito quiere alimentarse y para ello penetra la piel con la probóscide de su boca y nos “chupa” la sangre. A su vez nos inyecta su saliva que contiene anticoagulantes y proteínas. Tales compuestos producen una respuesta inmunitaria de nuestro organismo y liberamos histamina que es la que nos causa el picor y la hinchazón.

En tres o cuatro días, esa roncha roja que se ha hinchado y pica, desaparece, siempre que no la rasquemos sin descanso. Otra cosa muy distinta es cuando los mosquitos nos causan enfermedades graves porque transportan ciertos virus o parásitos como la Fiebre amarilla, la Malaria, el virus del Nilo, el Dengue o el Chikungunya.

Estos son algunos remedios caseros, naturales, fáciles y muy prácticos que ayudan a calmar el picor de las picaduras de los mosquitos sobre todo porque ayudan a bajar la inflamación.

La avena en polvo es muy eficaz contra las inflamaciones de la piel. Sólo tienes que mezclar los polvos con un poco de agua y la pasta resultante aplicarla en la picadura durante 10 minutos. El último paso es lavar la zona con agua fresca. Incluso, cuando los mosquitos se han “cebado” y tienes muchas picaduras, alivia tomar un baño durante de 20 minutos, disolviendo los polvos de avena en el agua de la bañera.

Tanto el hielo como el agua fresca rebajan la inflamación de las picaduras y además producen un efecto analgésico. Coloca durante cinco minutos una compresa mojada en agua fría o unos cubos de hielo envueltos en un paño sobre ellas. Recuerda no aplicar el hielo directamente sobre la piel; llegaría a quemarse.

Las hojas de aloe vera contienen una especie de “gel” refrescante que también es antiinflamatorio. Unta la piel con este gel y deja que se seque. También sirven los geles ya preparados de los productos cosméticos aunque no son tan eficaces.

Al igual que con los polvos de avena, haz una pasta de bicarbonato con un poco de agua. En diez minutos sobre la picadura el picor se habrá calmado. Después lava la zona con agua fresca sin frotar.

Tener una planta de albahaca en casa no solo es útil para cocinar, sino que ahuyenta a los mosquitos ya que sus hojas contienen cuatro compuestos que los repelen. Son el estragol, el citronelol, el limoneno y el trans-nerolidol. Por otra parte, las hojas de albahaca contienen eugenol, un bloqueante irreversible de la conducción nerviosa que es capaz de reducir el picor. Puedes frotar la picadura con las hojas frescas o si las tienes secas, hervir agua y echarlas cuando rompa a hervir. Retira del calor y una vez se enfríe la tisana moja un paño en ella y humedece la picadura.

El tomillo funciona como la albahaca aplicando las hojas frescas o el resultado de una tisana bien concentrada. Además tiene propiedades antibacterianas y reduce el riesgo de infección si nos rascamos la picadura.

La melisa es rica en taninos y en polifenoles, unos compuestos naturales que alivian la inflamación, aceleran la curación y reducen el riesgo de infección. Se utiliza colocando sus hojas troceadas sobre la picadura o en aceite esencial.

Además de aliviar la pesadez de las digestiones también disminuye la inflamación y el picor. Un truco es echar una bolsita de manzanilla en un vaso con agua y dejarlo en la nevera unos 30 minutos. Pasado ese tiempo, aplica la bolsita tras exprimir el exceso de agua.