Colas para entrar a un centro de salud en Barcelona: están desbordados. El nuevo récord de positivos en España se debe al rebrote vivido en Aragón y Cataluña. Y eso se ve en los centros de salud de primaria, los que nos resuelven un problema en primera instancia. El personal es insuficiente. Muchos son los que lloran al llegar a casa tras una doble jornada atendiendo presencialmente y al teléfono y encargados de rastrear el coronavirus, Continúan con plantillas de la época pre-COVID y les da miedo cuando llegue la etapa de las gripes cuando cualquier fiebre de un pequeño deba pasar por el test de coronavirus.
Hay muchas bajas y los sanitarios han tenido que coger vacaciones en julio y agosto para estar disponibles en otoño, cuando se prevén más rebrotes, pero en Barcelona el rebrote ha llegado fuerte en verano cuando nadie lo preveía. Y no hay refuerzos. En la Atención Primaria las listas de espera se han disparado y atienden más de 50 pacientes diarios. Es el nuevo colapso, el que antes vivieron las UCI. Y no parece que vaya a mejorar.
En la cola, los que han tenido algún contacto con personas que dieron positivo y esperan su prueba PCR, los que llegan con síntomas y los que han sido reclamados por los rastreadores. Aunque también en este punto los recursos son escasos. Según Fernando Hontagas, de CSIF, hay 3.000 rastreadores y harían falta 15.000. Pero la saturación también se vive al teléfono: el 75% de las citas son telefónicas. Pero eso no resta trabajo. Ahora, con las plantillas mermadas temen una nueva oleada y piden reforzar la Atención Primaria. Es la única forma, dicen, de evitar un colapso hospitalario como el que ya hemos vivido.
"Los profesionales están muy desorientados y fatigados. Se esperaba el rebrote de coronavirus en otoño y ha llegado en julio. Así que mucha gente está de vacaciones y los que quedan tienen que hacerlo todo: las agendas de visitas, seguimiento de crónicos y el rastreo de contactos de los Covid-19 positivos". El drama de la atención primaria ya está aquí.