La cura del coronavirus aún no es oficial. Los profesionales sanitarios, sin embargo, están realizando ensayos clínicos con varios medicamentos para controlar la enfermedad Covid-19, además de esperar que aparezca la vacuna que termine con el virus. Los principales fármacos que se están utilizando son la cloroquina (un medicamento que se utiliza desde hace décadas para tratar la malaria. Este fármaco está siendo utilizado en Estados Unidos por orden de Donald Trump) y el remdesivir (un fármaco nuevo que se desarrolló para el ébola. Aún no ha sido aprobado para ninguna enfermedad).
También se están empleado otros antivirales como Kaletra (Lopinavir y Ritonavir: combinación de dos fármacos creados contra el VIH) o Azitomicina (fármaco que se utiliza para tratar ciertas infecciones bacterianas, como bronquitis, neumonía, enfermedades de transmisión sexual (ETS) o infecciones de los oídos). Hay más de 100 ensayos clínicos en curso para probar todo tipo de terapias.
“El uso de estos fármacos -cloroquina, remdesivir- se basa en la experiencia que han tenido en China en el tratamiento de los casos graves por Coronavirus, que parecía disminuir la evolución a mayor gravedad de cuadro de insuficiencia respiratoria o acortar el periodo de intubación en los pacientes que los tomaban. La cloroquina se emplea para el paludismo (enfermedad infecciosa que se caracteriza por ataques intermitentes de fiebre muy alta y se transmite por la picadura del mosquito anofeles hembra)”, explica a Informativos Telecinco el doctor Manuel Menduiña, médico interino de Doctoralia.
“Están haciendo ensayos clínicos con estos fármacos. Todavía no se sabe el resultado, pero los pacientes sí que mejoran algo. También se está ensayando con azitromicina”, señala a Informativos Telecinco el doctor Luis Inglada, experto en Medicina Interna de Valladolid.
“En ninguna de las fichas técnicas de estos fármacos figura la indicación de infección por coronavirus (entre otras cosas porque nunca se han empleado para tal indicación), por tanto se están empleando en una modalidad que llamamos de "uso compasivo", es decir, el paciente o su familia ha de autorizar el empleo de este medicamento fuera de las indicaciones que figuran en su "ficha" técnica, asumiendo los posibles efectos secundarios nocivos que pudieran derivarse de este uso“, comenta el doctor Menduiña.
“Estamos en espera de que; A) salga la vacuna. Parece que hay una empresa en Massachusetts, EEUU, que se llama Moderna Therapeutics, que dice que dentro de 6 meses pueden sacarla; B) que aparezcan antivirales, porque -el coronavirus- es un virus RNA, de polaridad positiva, para el tratamiento de los pacientes. Hoy por hoy, se piensa que de aquí a seis meses estarán activos, pero no hay nada confirmado. No hay ni vacuna ni fármaco para el coronavirus -de manera oficial-”, comenta Inglada.
Los fármacos pueden ser vitales para la cura de los pacientes. Sin embargo, la ciudadanía debe contener el virus para que los casos no aumenten. Muchos contagios se producen a causa de la carga viral, un factor muy importante para frenar la propagación del virus. “La carga viral es el número de virus que hay en una superficie determinada. Los virus que están en el supermercado no están por el aire, están en el suelo, caen. Estarán en el aire durante el tiempo que la persona que tiene el Covid-19 lo emite. Pero como son pesados, van cayendo al suelo”, explica el doctor Inglada.
“No sabemos si la carga viral influye en la gravedad de la infección por coronavirus, aunque sospechamos que a mayor carga viral de un sujeto, este tendrá mayor probabilidad de infectar a otros, pero solo es una suposición. En el sistema superior, el virus penetra principalmente por las fosas nasales y la boca, pero puede descender por nuestra tráquea hasta el sistema inferior, es decir a los pulmones”, destaca el doctor Menduiña.
“Es muy importante no ir a aglomeraciones. En cuanto a la carga viral, no es lo mismo estar cerca de una persona que padece Covid-19 a estar rodeado de varias personas que lo padecen, ahí la carga viral aumenta mucho y la enfermedad es mucho más grave”, añade Inglada.
“Este es un virus de tamaño medio-grande. Si una persona infectada habla o utiliza palabras donde salen gotas de la boca, el virus, como es pesado, avanzará un metro y medio. Si se está a menos de esa distancia de la persona –infectada- se puede transmitir por el aire. La más frecuente vía de transmisión son las manos. Donde sí queda el virus es en la superficie. Queda en la mesa, en objetos… hay que tomar precaución”, concluye el doctor Inglada.