Unas 400 personas de personal de gimnasios, propietarios y entrenadores se han manifestado en Plaça Sant Jaume, frente a la sede de la Generalitat, en protesta contra el cierre de instalaciones y centros deportivos. Consideran que es una medida desproporcionada, porque se ha demostrado que no ha habido ningún caso ni brote en gimnasios y es un servicio básico y esencial.
Uno de los organizadores es Xavier Moya, propietario de un gimnasio, que asegura haber hecho una inversión de 2.000 euros para preparar el gimnasio de cara a cumplir con las medidas de seguridad y evitar los contagios de Covid-19.
Osvaldo, otro propietario de gimnasios de Girona, aunque no ha tenido que cerrar, ha venido a apoyar a sus compañeros. El hizo una inversión de 12.000€ para preparar el gimnasio.
También, presentes en la protesta personal y trabajadores de gimnasios que están indignados y aseguran que son lugares seguros. Aseguran que viven con mucha incertidumbre, porque aún no les han dicho cuánto durará el cierre, si tendrán que volver al ERTE.
En la Generalitat les ha recibido Gerard Figueras, secretario general de deportes de Cataluña que les ha trasladado que están haciendo todo lo posible para permitir que abran, pero que dependen de Salud y de los datos epidemiológicos que son los que confirmarán la evolución de los contagios.