La expansión de la variante británica del coronavirus sigue aumentando la preocupación de las autoridades sanitarias. El último en reconocer que estamos ante una cepa de más mortalidad ha sido Fauci que ha cambiado de opinión sobre la cepa británica y su capacidad de contagio y de muerte, aunque teme más a la sudafricana.
Su mayor capacidad de transmisión respecto a la cepa original y la posibilidad de que sea más letal, como aseguró el primer ministro británico, Boris Johnson – con cuyas apreciaciones la OMS no estaba de acuerdo al considerar que aún no había evidencia de una mayor letalidad aunque sí de más capacidad de contagio y por tanto de muerte- ha provocado que los expertos se encuentren en alerta.
El principal epidemiólogo de Alemania, Christian Drosten, se ha sumado al debate y ha advertido que la situación podría continuar complicándose ante la aparición de nuevas variantes más contagiosas y ha señalado el riesgo que supone la variante británica de cara a los meses de primavera y verano. “Tengo un temor terrible por lo que puede suceder", dijo en el semanario Der Spiegel.
El experto explica que una vez que se hayan vacunado los grupos de riesgo y los profesionales sanitarios de primera línea se producirá “una inmensa presión económica, social, política y tal vez legal” para que se suavicen, o incluso eliminen, las medidas contra el coronavirus, algo que podría provocar que “una gran cantidad de personas se infectase en poco tiempo. Tendremos hasta 100.000 contagios al día en el peor de los casos”, asegura el virólogo, quien añade que en este escenario las unidades de cuidados intensivos se llenarían y se producirían una gran cantidad de muertes como consecuencia.
Drosten recuerda además que el coronavirus es capaz de actuar igualmente con la llegada de las altas temperaturas y pone como ejemplo lo que sucedió el pasado verano en nuestro país: "Me temo que será como en España, donde el número de casos volvió a subir rápidamente después de que se levantase el confinamiento, a pesar de que hacía bastante calor".
El epidemiólogo se hace eco en la entrevista en Der Spiegel de un estudio de la Universidad de Oxford que apunta que la variante británica es “hasta un 35% más contagiosa”, un hecho “más peligroso” que si se confirma su mayor letalidad, ya que las infecciones se incrementarán “de manera exponencial". Por ello, resalta la importancia de que los países de la Unión Europea aceleren el ritmo de vacunación antes de que esta variante se extienda de forma masiva.