George Gao, director general del Centro Chino para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) es uno de los grandes artífices del milagro chino con el coronavirus. Y tiene clara su respuesta cuando se le presenta uno de los grandes dilemas al que nos enfrentamos con el coronavirus. Sí, hay que llevar mascarilla.
“El gran error en los Estados Unidos y Europa, en mi opinión, es que las personas no usan mascarillas. Este virus se transmite por gotitas y contacto cercano. Cuando hablas, siempre salen gotas de tu boca. Muchas personas tienen infecciones asintomáticas o presintomáticas. Si usan máscaras faciales, puede evitar que las gotas que transportan el virus escapen e infecten a otros”, explica en una entrevista de la revista Science. En China la gente va con mascarillas por las calles, República Checa también las ha impuesto de forma obligatoria en espacios públicos y en Austria ya está prohibido entrar al supermercado con ellas.
La polémica está servida porque el principal responsable de la salud pública en Estados Unidos, Jerome M. Adams exclamó a finales de febrero en twitter" que la gente dejara de comprar mascarillas. Consideraba que tenían que estar solo en manos de los sanitarios, que eran los que estaban realmente en riesgo y los que combaten la enfermedad cara a cara. Cierto. Pero no lo era menos que las mascarillas, al menos, pueden ser un elemento que dificulte la aparición de la enfermedad.
Gao tiene claras las herramientas contra el coronavirus en una entrevista con la revista Science donde destaca que las armas contra él son “el distanciamiento social, el primer tratamiento no farmacológico, el segundo es el aislamiento y el tercero la cuarentena. Hay que suspender las reuniones públicas o restringir el movimiento. “Donde quiera que vayas dentro de China, hay termómetros. Debe tratar de tomar la temperatura de las personas tan a menudo como sea posible para asegurarse de que quien tenga fiebre alta se mantenga al margen”. Algo que tampoco estamos haciendo en España.
Sui Huang, desvela a la revista Medium, una de las claves de la realidad que se esconde tras el consejo de no llevar mascarillas. "La recomendación oficial en los Estados Unidos (y otros países occidentales) de que el público no debe usar máscaras faciales fue motivada por la necesidad de guardar máscaras de respirador para los trabajadores de la salud. No hay respaldo científico para la afirmación de que las máscaras que usan los no profesionales "no son efectivas". Por el contrario, en vista del objetivo declarado de "aplanar la curva", cualquier reducción adicional, aunque parcial, de la transmisión sería bienvenida.
El experto en salud pública de la Universidad de Birmingham (Reino Unido), KK Cheng, apuesta también por el uso de las mascarillas para proteger a los demás y no es descartable que tengan que usarse durante más tiempo. Al igual que drones que puedan medir la temperatura de la gente. La vida no va a ser igual. Arnold Monto, un epidemiólogo de la Universidad de Michigan (EE UU), no es tan fan de las mascarillas y considera que su efecto es residual pero ayuda, junto a otras medidas como el distanciamiento social, o el lavado de manos.