Cenar solo una fruta o yogur con la intención de bajar de peso no es buena idea

  • Un plato de verduras frescas tiene más variedad de nutrientes

  • El yogur es mejor combinarlo con piezas de fruta, frutos secos o cereales

Muchas personas han tomado como hábito el cenar únicamente una fruta o un yogur, buscando bajar de peso, no irse a dormir con hinchazón o como parte de alguna dieta extrema. Pues hay que subrayar que esta costumbre no es nada saludable.

Este hábito no está recomendado por los nutricionistas, teniendo en cuenta que hay que observar lo que se come a lo largo del día. Por ejemplo, un plato de verduras frescas puede tener la misma cantidad de calorías que una fruta y sin embargo ser una mejor opción, mucho más saludable.

En un plato de verduras o en un pescado a la plancha habrá una variedad de nutrientes que no son los mismos que encuentras en una única fruta. En el caso del yogur, lo ideal es combinarlo con algunas piezas de fruta, frutos secos o cereales. De todas formas, si lo que se busca es perder peso no se debería hacer nada sin consultar con un especialista en nutrición.

Comer fruta por la noche es sano

Esto no implica que no se deba tomar fruta por la noche. Sencillamente debe acompañar al resto de la cena. En ese caso hay que indicar que la fruta puede ser muy saciante e incluso beneficiosa. Sí es cierto que algunas de ellas no son recomendadas a última hora del día por la cantidad de azúcar que tienen. Es el caso del plátano o el melón. Aún así, ingerirlas a estas horas no va a hacer que engordes.

Además, la fruta puede tomarse de distintas formas: como pieza, en macedonia, como ingrediente principal de una ensalada... Y siempre será recomendable cenar dos o tres horas antes de ir a dormir, para que así la digestión se realice sin problemas.

No cenar es un error

Es también frecuente que algunas personas tras salir del trabajo se tomen unas cañas y después opten por no cenar para no añadir más calorías. Pero, independientemente de que el alcohol engorda mucho y debe tomarse con mucha moderación, no cenar es un error. Saltarse una comida no compensa el exceso de calorías que ya se han ingerido y demás puede provocar que al día siguiente uno se despierte con más hambre del habitual.