La lipodistrofia ginecoide o lipoesclerosis, conocida popularmente como celulitis, es la acumulación de nódulos adiposos, grasa, en el tejido subcutáneo de algunas zonas del cuerpo, principalmente en el abdomen, glúteos, caderas y muslos. Según la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), más del 85% de las mujeres presentan esta alteración de la piel, sobre todo después de la pubertad, y rara vez se presenta en hombres.
Afecta a mujeres blancas
Se trata de una alteración estética que afecta más a las mujeres de raza blanca y su aparición está relacionada con la sobreproducción hormonal. "Los factores hormonales son clave en su desarrollo, por eso afecta más a mujeres. Esta aparece, en muchas ocasiones o se desarrolla, con la toma de anticonceptivos, el embarazo, y en la etapa de desarrollo", señala la doctora Constanza Bahillo, jefa de la Unidad dermatológica de Face Clinic.
La predisposición genética, la raza y el sexo son factores determinantes y constituyentes, pero hay otros externos que también contribuyen a su aparición como "el sedentarismo, el tabaco y alcohol, las dietas ricas en grasas y carbohidratos y ciertos medicamentos contribuyen a su aparición", añade la miembro de AEDV.
Obesidad y celulitis no van de la mano
Asimismo, la celulitis suele estar asociada al sobrepeso, pero hay muchas mujeres delgadas que también tienen zonas afectadas como los muslos y los glúteos. "Celulitis y obesidad no son el mismo problema, pero al aumentar de peso se puede presentar celulitis: aunque la obesidad no causa la celulitis, puede agravarla", comenta la doctora Elia Roo, coordinadora de la unidad de dermatología estética del Hospital Sur de Alcorcón (Madrid) y miembro de la AEDV. "Siempre se cita que la pérdida de peso, la dieta y el ejercicio mejoran la celulitis. Sin embargo en un estudio realizado en pacientes sometidos a cirugía bariátrica con grandes pérdidas de peso, no se observó relación entre la pérdida de peso y la mejoría de la celulitis, de hecho algunas pacientes mostraron un empeoramiento", subraya la especialista.
Fases piel de naranja
La piel de naranja evoluciona en cuatro fases. En la primera o ectasia circulatoria, las mujeres que lo padecen sufren pesadez de piernas, la zona celulítica es menos elástica, espesa y fría, y pueden aparecer algunas arañas vasculares. En esta etapa, los especialistas pueden actuar con mayor éxito. En la segunda o exudativa, la dilatación vascular se incrementa y se produce hiperplasia por lo que se produce dolor al toca el área afectada, la piel aparece ya con los primeros signos de tejido adiposo y son evidentes las primeras estrías y várices. En la proliferación fibrosa, tercera, la dermis e hipodermis sufren una alteración en la degeneración del colágeno y se forman los micromódulos, por lo que solo son efectivos los tratamientos más exhaustivos y sostenidos en el tiempo. En la última, fibrosis cicatrizal, se generan los macronódulos (duros e indoloros), lo que se conoce como piel acolchonada o capitoné, de difícil reversibilidad.
Crioterapia, frío y calor
Existen multitud de tratamientos para paliar la piel de naranja o mejorar su aspecto como los masajes, la liposucción, la cirugía, el láser de baja frecuencia, presoterapia, masajes linfáticos, mesoterapia, carboxiterapia o la crioterapia, basada en el efecto frío, que "trata de mejorar la circulación puesto que estas alteraciones también condicionan y agravan la celulitis". Las bajas temperaturas a las que se somete la zona eliminan los adipocitos, de esta forma las células grasas se dañan y cristalizan, metabolizándose de forma natural. Además, es una técnica menos invasiva que la cirugía, elimina toxinas, estimula el riego sanguíneo y reduce el contorno.
Cellfina, la revolución
Sin embargo, para la especialista uno de los tratamientos más novedosos en estos momentos y que ha suscitado muy buenas críticas por parte de la comunidad médica es la técnica con Cellfina, ya que "logra disminuir de manera notable los hoyuelos que produce la celulitis", subraya Bahillo, que recuerda la importancia de mantener una vida saludable para mejorar la piel de naranja presenta y prevenir su aparición. "Evitar el alcohol y el tabaco; no abusar de la sal; evitar el exceso de alimentos refinados, azucarados y grasos, cambiándolos por una dieta rica en frutas y verduras frescas; beber suficiente cantidad de agua; realizar ejercicio de manera habitual, y la aplicación de cremas anticelulitis, con cafeína o carnitina en sus componentes, junto con el masaje que realizamos al aplicar estas, también contribuyen a mejorar la circulación y el aspecto de la piel", recuerda la doctora.