Frente a esto, las autoridades de salud de Hawái están pidiendo estos días no tocar los caracoles y las babosas directamente. El parásito 'Angiostrongylus cantonensis' también es conocido como el 'gusano pulmonar de las ratas' por ser el lugar donde la andadura de este comienza.
Son los excrementos de las ratas los que permiten el contagio en caracoles, babosas o gambas. ¿Cómo llegan al hombre? Si se come una de estas criaturas u otros productos contagiados, como puede ser fácilmente al comer frutas y vergudras crudas, se infectan. Y si este parásito llega al cerebro se produce la meningitis, una enfermedad variable cuyos síntomas son temblores, dolor e inflamación, e incluso la muerte.
Ya se habían dado casos de 'angiostrongiliasis' en países de Asia y el Caribe, pero desde hace poco están apareciendo en sitios donde se creía que era imposible que se desarrollaran por el entorno, como Oklahoma. Esto puede suponer, tal y como declaran medios de la región, un duro golpe para una isla cuya economía depende directamente del turismo.
Esta repentina aparición es causa, según los científicos, del cambio climático, tal y como recoge el diario 'The Atlantic'. La idea de que el cambio climático trae y traerá consigo la proliferación de enfermedades antes extintas o lejanas no es nueva (véase el ébola o el zika). Es más, la Organización Mundial de Salud ya en 2004 admitió que "la mayoría de las nuevas infecciones que aparecen son causadas por patógenos que ya están presentes en el entorno natural, y que el entorno ambiental cambiante es lo que les da la ventaja para salir de la oscuridad".