Una boda celebrada en Millinocket en el Estado de Maine, al noreste de Estados Unidos, ocasionó un brote masivo de coronavirus en el estado, incluso entre personas que no asistieron a la recepción.
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades reportaron que 22 personas que asistieron a la boda dieron positivo por covid-19, desencadenando brotes secundarios y terciarios que resultaron en un contagio de al menos 147 personas en total.
En la boda había aproximadamente 65 personas (distribuidas en dos salas); días más tarde, funcionarios de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Maine, reportaron que se estaba estudiando un brote de 53 casos de covid-19 asociados a la recepción, señalando que una persona -que no había acudido a la boda- falleció por coronavirus.
Tres días después, informaron que el brote había aumentado a 60 casos, de los cuales 22 fueron casos primarios, es decir, se contagiaron en la fiesta; 14 fueron secundarios y ocurrieron en personas que no fueron a la boda, pero fueron contagiados por alguno de los casos primarios, y 24 fueron casos terciarios. De este modo, se informó también que el brote se había extendido a una residencia y a una cárcel del estado.
Este brote se ha duplicado en menos de una semana a 147 casos, habiéndose registrado dos muertes mas, llevando el total a tres decesos. En relación al brote en la cárcel, localizada a mas de 350 kilómetros de distancia, se han producido 72 casos: 46 en internos, 19 en trabajadores y 7 en familiares de estos. Los 16 casos en la residencia fueron ocasionados por un caso secundario, es decir, un trabajador que fue contagiado por una persona que fue a la boda.
No se ha revelado si el brote fue ocasionado por una o más personas infectadas que acudieron a la recepción. Las personas infectadas tienen entre cuatro y 98 años, con una edad promedio de 41, según CNN.
Interrogados sobre el porqué se habían admitido más de las 50 personas que el Estado permite como máximo número de participantes en un evento, los dueños del club privado donde se celebró la boda dijeron que habían malinterpretado la disposición: ellos pensaron que el límite era de 50 personas por salón, en vez de 50 personas como número total por evento.
La lección es simple: no hay que bajar la guardia, se deben evitar las reuniones públicas o privadas en las que los asistentes no usen mascarilla y siempre se debe mantener la distancia de seguridad.