El agua del mar contiene propiedades muy beneficiosas para nuestro cuerpo. Es cierto que no la podemos beber, pero la salinidad (cloruro de sodio) y la mineralización que tiene ayuda a nuestro organismo por dentro y por fuera. Contiene gran cantidad de oligoelementos como el sodio, el yodo, el zinc y el potasio, fundamentales para nuestra piel.
Mejora las enfermedades reumáticas, los catarros con mucosidad, calma la ansiedad y, lo mejor de todo, aporta cinco notables beneficios a tu piel. Eso sí, no debemos pasarnos, ya que si pasamos demasiado tiempo dentro del agua, precisamente obtendremos lo contrario, deshidratación e irritación de la piel. Sin pasarme, pasar un tiempo dentro va a contribuir a:
Cuando la piel entra en contacto con los minerales que contiene: sodio, zinc y yodo, en la superficie cutánea se produce un proceso conocido como ósmosis, que consiste en que nuestros poros los absorben, renovándolos dentro de nuestro cuerpo. Esto hace que la piel se vuelve más elástica y mejora su aspecto.
La cantidad de sal y cloruro de potasio del mar ayuda a curar heridas y cicatrices de todo tipo: rozaduras, arañazos, costras y cicatrices por su gran poder antiséptico. Puedes escocer, pero eso es que está curando.
La sal es uno de los solutos más recurrentes en los exfoliantes naturales de cuerpo y es por algo: elimina las toxinas de la piel mejorando su aspecto y su tacto. Saldrás a la toalla con la piel suave y tersa.
Elimina las células muertas de la piel, estimula la circulación sanguínea y acaba con el exceso de sebo de los poros, típico en las pieles grasas y con tendencia al acné.
Al eliminar todas las células y suciedad de la piel, saldrás a secarte en la toalla con una notable mejoría en la piel.
Práctica extendida
En la actualidad, números spas y zonas de baño, ofertan baños de agua salada para mejorar la piel, y los combinan con los de barro de las profundidades del mar para multiplicar sus beneficios: retiran las pieles muertas que se acumulan en nuestro cuerpo, mejoran y facilitan a las capas más superficiales la absorción de los nutrientes.
Otros centros, mezclan en el tratamiento las propiedades del mar con las de las algas: cubren el cuerpo con estas plantas para nutrir e hidratar la piel, que se cargue de energía y que luzca descansada.