No son estos tiempos que corren -en plena tercera ola de la pandemia- los más indicados para pasearse sin más por los pasillos de ningún hospital de España…pero si tuviera la ocasión de hacerlo, por ejemplo, por el Universitario La Paz de Madrid, seguro que se sorprendería.
En medio de este campo de batalla contra la covid-19 en que se ha convertido el hospital, en medio del trajín de médicos, enfermeros y celadores, no es difícil encontrarse con la siguiente escena junto a un control de enfermería o incluso en el fondo de cualquier pasillo del hospital:
La jefa de sección de Psiquiatría de enlace y psicoterapia, Beatriz Rodríguez Vega, hace sonar tres veces sus campanillas. Tinnnnnnn, tinnnnnnnn, tinnnnnnnn...
Entonces, un grupo de sanitarios se reúne silenciosamente entorno a la psiquiatra que, durante 5-10 minutos les guía en un pequeño ejercicio de 'mindfulness'. Todo el mundo en el hospital conoce ya ese sonido…es la llamada -a todo profesional sanitario que quiera- a hacer una pausa en medio del caos.
Desde fuera, vistos los datos de contagios y de ingresos, vista la presión a la que está sometido el sistema hospitalario en general, parece que un sanitario no se puede permitir el lujo de parar ni un minuto. Sin embargo, el 'mindfulness' propone todo lo contrario…
Pregunta: ¿Qué sentido tiene para un médico o una enfermera en primera línea de fuego en la lucha contra la covid esto de parar en medio de la vorágine de la pandemia?
Respuesta: Nosotros, en la pandemia, lo hemos utilizado un montón en el cuidado de profesionales y acabamos de publicar un artículo en una revista internacional sobre ello (…) Ayudar a los profesionales sanitarios en primera línea es muy difícil, porque están tan arrastrados por el 'hacer' y con tanta presión por 'hacer', que es muy difícil ayudarles a parar. Y la pausa es 'mindfulness': el ser capaz de pararte para decir: ¿qué hay aquí?, ¿qué tengo?, ¿puedo con esto?, ¿cómo lo sostengo?... y luego continuar adelante.
P: ¿Cómo conseguíais que la gente parara en medio del caos?
R: En esas paradas de 5-10 minutos íbamos de dos en dos a todos los lugares del hospital, incluso sábados y domingos…accedimos a más de 1.000 profesionales con una actividad brutal. Durante la primera ola, lo hacíamos en turnos de mañana y tarde en todos los lugares del hospital. El hospital, que tiene siete mil y pico trabajadores, para que te hagas una idea, y 1.200 camas, fue un hospital covid, desapareció la actividad no covid en la gran ola y lo que hicimos fue estas paradas (…) Hubo compañeros que vinieron a ayudar. Seríamos como un grupo de 20…y ahí estaba todo el grupo de personas de enfermería, psicología y psiquiatría….lo hacíamos a veces en mitad de la UCI, en el control de enfermería de pie, sonaba la campanita y empezábamos con los movimientos conscientes y luego traíamos la atención a un foco: porque cuando la mente está tan estresada, está muy perdida en pensamientos. Y trabajábamos también con la auto compasión. Inspirar deseando aliviar mi estrés y expirar deseando aliviar el estrés o sufrimiento de los demás.
P: ¿Hicisteis algún tipo de seguimiento a las personas que participaron en estas pausas? ¿Les sirvieron realmente?
R: No lo hemos hecho de manera formal, porque bastante fue ya hacer algo de investigación en medio del caos que fue la guerra de la primera ola, eso ya fue milagroso. Pero lo que nos encontramos luego en la segunda ola es que cuando volvíamos a los sitios con los grupos de regulación, había personas que rápidamente se acordaban y se sumaban ¡ah esto a mí me vino muy bien en la primera gran ola, en la fase aguda y quiero seguir haciéndolo!, nos decían.
P: ¿Ofrecéis algún otro tipo de actividad o formación relacionadas con 'mindfulness' para trabajadores del hospital?
R: Tenemos dos ediciones al año de cursos más largos de regulación emocional, que están inspirados en MBSR (reducción de estrés basado en 'mindfulness') pero no tienen todos los elementos de MBSR y los llamamos también los cursos REM (regulación emocional y 'mindfulness'). También desarrollamos una aplicación que se llama REM- volver a casa y otra para reducir el estrés ante la entrada en el quirófano que se llama En calma en el quirófano. Esa, lo que tiene son pequeños ejercicios de reducción de estrés de 3 minutos, 5 minutos…cosas muy breves para cuando estás muy estresado llevar la atención a las manos, a los pies…cosas así como muy rápidas y que también estamos utilizando…
P: Parece sencillo…poner la atención durante unos minutos en las manos, en los pies o en la respiración. ¿Es tan fácil como parece?
R: Para hacer eso que parece tan simple, muchas personas tenemos que entrenar para llegar a simplemente poder hacer micro-paradas durante el día en las que vas viendo como estás o cómo puedes, por ejemplo, aliviar una tensión muscular antes de que se convierta en un dolor. Es integrar un habito y, cuando el hábito anterior también está muy enraizado -el hábito de estar 'mindlessness', es decir sin mindfulness- pues es mucho más difícil (…) En algunos estudios de seguimiento, los participantes de grupos de MBSR, que es el programa más investigado, contaban que al cabo de un tiempo, lo que más se mantiene es la actitud informal de mindfulness. Más que las personas sigan practicando y haciendo una práctica formal de 45 minutos como pide el MBSR, es la actitud de parar, de mirar a ver qué es lo que hay aquí, si puedo aceptar o no mis pensamiento o mis sentimientos...estar presente en este momento…ese tipo de prácticas informales es lo que más se conserva después.
P: Tiene sentido…porque la mayor parte del tiempo estamos con los ojos abiertos... ¿Podríamos decir que esa actitud mindfulness de la que hablas es como meditar a ojos abiertos?
R: La mayor parte del tiempo estamos con los ojos abiertos, sí, pero no despiertos. A veces estamos con los ojos abiertos, pero completamente dormidos, anestesiados o perdidos en la mente. Esa expresión de "a ojos abiertos" es muy bonita, pero es también a ojos abiertos con la intención de estar despiertos…y justo eso de lo que hablas es también traer el mindfulness a la vida cotidiana.
P: Por todo lo que cuentas de cómo el 'mindfulness' está tan integrado en un nivel tan profundo en un hospital como La Paz de Madrid, realmente da la sensación de que mindfulness es mucho más que una moda...
R: Cuando algo se extiende tan rápido, corre el riesgo de extenderse muy en la superficie y no en profundidad, y este es uno de los problemas que también tiene mindfulness. Es necesario que podamos entrenar a instructores en profundidad, no como esa cosa mercantil, de hacer un paquete de mindfulness, te lo doy y ya...sino tú de verdad profundizar. Este es el riesgo que tiene. Y después que hay personas que no van a acceder a mindfulness por mucho que tú creas que es beneficioso y eso hay que respetarlo (…) Muchas veces hay mucha resistencia a eso que te digo de parar en un momento determinado.
P: Como psiquiatra y psicoterapeuta…¿también integras mindfulness en tu práctica profesional?, ¿en terapia?
R: Lo integro totalmente...hoy sin ir mas lejos he visto a una paciente mía que tiene un dolor crónico desde hace 20 años. Es una persona joven y estuvimos explorando juntas cómo era decir 'sí' y cómo era el decir 'no'. Cómo era el decir 'sí' a esta emoción que me está generando rechazo, que no me la permito… y qué pasa cuando eso lo cambias y empiezas a decirle 'sí'….y cómo el 'no' te constriñe, te oprime, te esclaviza, y cómo el 'sí' a veces es muy difícil. A veces es decirle 'sí' también a tu 'no', decirle 'sí' también a la resistencia, decirle 'sí' a que eres un ser humano y que no eres perfecto y que a veces no quieres que te pasen las cosas que te pasan. Y sin ese sentimiento como de culpa, se trata de ver qué pasa cuando te dices 'sí', porque ese 'sí' es un 'sí' a ti... a aquí estoy y a lo que me está pasando…Y cómo eso es también librador.
P: En tu último libro, Esto de ser humano, hablas justo de eso....de que el ser humano tiene en sí mismo la posibilidad de sufrir. ¿No crees que es un mensaje muy disruptivo en nuestra cultura tan hedonista, tan enfocada en el placer y en la búsqueda permanente del no sufrimiento?
R: El ser un ser humano es ser un ser herido, entonces…¿qué quiere decir eso?, que la potencialidad del sufrimiento va inherente al ser humano. Pero esa es la primera de las Nobles Verdades de Buda. Buda señala que la primera de las Nobles Verdades es que hay sufrimiento. Y el reconocimiento de ese sufrimiento lo puedes ver como ¡vaya mensaje tan pesimista! ¿no? pero no lo es en absoluto. Es el mensaje que lleva en su potencialidad, a la posibilidad de disfrutar plenamente de la vida…porque al saberte susceptible de ser herido, eso te lanza continuamente a estar en el momento presente y a vivir plenamente tu vida. Por eso yo creo que el mensaje de mindfulness también a través de los textos en los que se basa, pues es de una potencia enorme también para la psicoterapia, para plantear una conversación que pueda ser sanadora para una persona.