Los baños públicos podrían ser cosa del pasado después del Covid-19 ante la desconfianza de la población en unos espacios que no sabe si garantiza su seguridad. En el Reino Unido, la Asociación Británica de Aseos está asesorando sobre cómo mantener los baños limpios y seguros a medida que se alivian las restricciones del confinamiento.
El director gerente, Raymond Martin, estima que las soluciones pueden variar desde enjuagues manejables con el pie y asientos de cierre automático hasta grifos activados por sensores y dispensadores de jabón. Pero uno de los cambios propuestos más importantes es la eliminación de baños distintos para hombres y mujeres.
Así, las instalaciones unisex podían ver a hombres y mujeres haciendo cola en una puerta y saliendo por el otro lado con cubículos individuales en medio. Martin asegura que está pidiendo al Gobierno que invierta en renovar los baños del país como una cuestión de "salud pública". "Los inodoros tienen un efecto comercial masivo en un área, por eso son una de las primeras cosas que planificas en cualquier centro comercial nuevo", explica. "Va a costar mucho dinero, pero si queremos volver al aire libre, socializar, ir a parques y playas, entonces el Gobierno tiene que intervenir". "Queremos devolver la vida a este país, y los baños son una parte vital de eso", afirma Martin en 'The Sunday Times' .
El profesor Robert Dingwall, que forma parte del Grupo Asesor de Amenazas de Virus Respiratorios Nuevos y Emergentes, considera que el gobierno debería dejar de "aterrorizar" a quienes visitan espacios públicos. El sociólogo de la Universidad de Nottingham Trent cree que el riesgo al aire libre es "mínimo" y que las personas no tienen por qué estar tan ansiosas.
"El Gobierno debe ser más proactivo y ordenar a los consejos que abran baños y aparcamientos", explica Dingwall, para quien los mensajes tipo "manténgase alejado de esto" intranquilizan a la población, que se pregunta ante cualquier servicio: "¿Vale la pena?". 'La gente está muy preocupada por no estar a salvo a pesar de la creciente evidencia de que existe un riesgo mínimo. "El Gobierno ha estado aterrorizando a la población, inculcando un estado de terror", concluye.
A principios de esta semana se reveló que los británicos no quieren volver a trabajar porque temen que el bloqueo se alivie demasiado rápido. Una encuesta de 'Daily Mail' realizada por JL Partners mostró que el 53% de las personas siente que el gobierno está actuando con demasiada rapidez al levantar las restricciones de bloqueo. La mayoría de las tiendas 'no esenciales' y otras empresasen el Reino Unido podrán reabrir el 1 de junio, y se espera que miles vuelvan a trabajar.