Baltasar Garzón obtiene el alta en la clínica Ruber donde se trataba de neumonía por covid-19
El juez continuará el tratamiento en aislamiento absoluto
El jurista y exmagistrado de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón recibió este jueves el alta hospitalaria en la Clínica Ruber de Madrid, donde ha sido tratado de la neumonía bilateral por COVID-19 por la que fue ingresado el pasado 24 de marzo.
En un comunicado remitido a Europa Press, Garzón añade que desde este viernes, y por prescripción médica, continuará el tratamiento en aislamiento absoluto, en mi domicilio, durante 14 días, "al igual que tantos miles de personas más, hasta la total recuperación".
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El jurista, que actualmente ejerce de abogado, agradece en la nota "sincera y profundamente todas las muestras de solidaridad y afecto" que ha recibido estos últimos, días, "así como el apoyo de quienes, con persistencia, cada día a las 20:00 h, confirman su solidaridad desde ventanas y balcones, para con los servicios sanitarios y todos cuantos están velando porque esta crisis sanitaria, social y económica pase cuanto antes".
Todas esas personas, según Garzón están siendo un componente principal de la recuperación de aquellos que sufren enfermedades causadas por el virus, especialmente para combatir la soledad que esto genera.
"Quiero agradecer especialmente a todo el personal médico, y a quienes se ocupan de la alimentación, limpieza y cuidado de los enfermos y enfermas, la enorme labor que están haciendo", afirma Garzón, que añade que no ha podido ver sus caras o despedirse con un abrazo.
"Sólo he podido ver sus ojos, tras las gafas y mascarillas de aislamiento, pero en todos ellos he comprobado miradas limpias de vocación, abnegación, sacrificio, armonía y entrega a los demás. Siempre estaré en deuda con todos ustedes", finaliza la nota.
Un jurista popular
Garzón fue el titular del Juzgado Central de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional, donde ejerció casi 22 años, de 1988 hasta el 14 de mayo de 2010. En 2012 fue inhabilitado por el Tribunal Supremo durante once años por un delito de prevaricación en concurso con otro contra las garantías constitucionales por intervenir las comunicaciones de los cabecillas de la trama 'Gürtel' con sus abogados en prisión.
En sus años en la Audiencia Nacional centró su labor en la lucha contra la banda terrorista ETA, fue notoria su persecución del narcotráfico gallego, investigó el terrorismo de Estado de los GAL y se granjeó la fama internacional al ordenar la detención del dictador chileno Augusto Pinochet.
A lo largo de su carrera profesional también pasó fugazmente por la política --independiente por el PSOE-- y tras su inhabilitación ha sido asesor del Tribunal Penal Internacional de La Haya y ha llevado la defensa del fundador de Wikileaks Julian Assange.