El saldo de muertos por la epidemia de coronavirus en China se elevó este viernes a 258, y numerosos países extreman sus medidas de precaución, protegen sus fronteras y repatrian a sus ciudadanos de territorio chino en respuesta a la propagación de la enfermedad.
Las autoridades sanitarias chinas informaron que se han producido al menos 45 víctimas en las últimas 24 horas y 1.340 nuevos contagios en la provincia de Hubei, la más afectada. En todo el país hay más de 11.000 casos confirmados, según desvelan las agencias y medios internacionales. No se descarta que el número de muertos aumente en las próximas horas. La existencia de personas infectadas sin ninguna afección evidente y capaces de contagiar el patógeno inquieta a médicos y científicos.
Tal el el grado de preocupación que las confesiones de uno de los líderes políticos encargados de controlar la epidemia en su epicentro en Wuhan ha entonado un raro mea culpa. "Estoy lleno de culpa y remordimiento. Si hubiera tomado antes medidas restrictivas, el resultado habría sido mejor de lo que es hoy", dijo Ma Guoqiang, secretario del Partido Comunista Chino (PCC) en el municipio. No es normal que los líderes chinos se muestran así de vulnerables ante la opinión pública.
Más comedido ha sido el embajador chino ante la ONU en Ginebra, Xu Chen, al asegurar que "no hay que entrar en pánico innecesariamente, ni tomar medidas excesivas", y señaló que la Organización Mundial de la Salud (OMS) "confía plenamente en China".
Pero las medidas continúan aumentando. Estados Unidos emitió una advertencia de viaje de nivel cuatro, para pedir a los estadounidenses que "no viajen" a China y anunció que prohibirá temporalmente el ingreso de extranjeros que hayan viajado a ese país en las últimas dos semanas, según desvela el NYT.
La acción del viernes exime a los familiares inmediatos de ciudadanos estadounidenses y residentes permanentes, señala el medio americano, que añade que cualquier ciudadano de los Estados Unidos que regrese a su país que haya estado en la provincia china de Hubei en los últimos 14 días será puesto en cuarentena por hasta 14 días.
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores chino, Hua Chunying, criticó estas medidas de Washington al señalar que no "son correctas ni apropiadas". "Estados Unidos se apresuró a ir en sentido contrario a la OMS. Ciertamente, no fue un gesto de buena voluntad", agregó Hua, destaca el China Daily.
El portavoz agregó que los chinos están haciendo todo lo posible para luchar contra el brote de neumonía causado por el nuevo coronavirus y muchos países han ofrecido su apoyo. "En marcado contraste, las palabras y acciones de ciertos funcionarios estadounidenses no son objetivas ni apropiadas", dijo Hua.
EEUU justifica la medida porque considera que son "muchas las incógnitas" en torno al virus y su ruta de transmisión. "El número de casos aumenta cada día", destacan.
Tras una reunión en Ginebra, el director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, declaró el jueves la epidemia "emergencia de salud pública de alcance internacional", después de que el organismo fuera fuertemente criticado por no haber alertado antes de la gravedad de la situación. No obstante, dijo que "la OMS no recomienda y de hecho se opone a cualquier restricción" de viajes o comercio con China.
Otros países decidieron vetar la entrada a su territorio de viajeros procedentes de China, como Vietnam, Mongolia, Singapur, Israel, así como Guatemala y El Salvador. También han tomado medidas los países africanos.
Wuhan, una ciudad de unos 11 millones de habitantes, está literalmente aislada del mundo desde el 23 de enero. Su máxima obsesión es intentar contener la epidemia. Incluso gente armada vigila para que los habitantes no abandonen la ciudad. Los hospitales siguen desbordados. Para hacer frente a este problema, se están construyendo dos nuevos hospitales que se prevé abrirán el 3 y 6 de febrero.
La televisión pública china emite vídeos cada 10 horas y las retransmisiones en directo a través de internet. Se han convertido en un espectáculo de máxima audiencia que concentra hasta 37 millones de espectadores.
Los 56 millones de personas que viven en la zona aislada, en la provincia de Hubei, no pueden salir de la región. Entre ellos hay miles de extranjeros. En cualquier caso, la cifra de contagiados en China continental es muy superior a las 5.327 personas infectadas en 2002 y 2003 por el SRAS (Síndrome Respiratorio Agudo Severo), un coronavirus que causó 774 muertes en todo el mundo hace casi 20 años, 349 de ellos en China.
Aunque la gran mayoría de los casos está en China, una veintena de países han declarado casos, sobre todo de personas que llegan de China. En el Reino Unido se confirmaron los dos primeros casos este viernes, ambos "miembros de una misma familia", indicaron las autoridades. Rusia también confirmó este viernes los dos primeros enfermos por este coronavirus en su territorio y anunció la evacuación de sus ciudadanos de varias regiones chinas. En Alemania ya se contabilizan ocho casos, entre ellos el primero de un niño.
Ante la decisión de diversas líneas aéreas de suspender o disminuir sus vuelos a China, el gobierno de Pekín anunció el viernes su decisión de enviar aviones para repatriar a sus ciudadanos en el exterior, en particular aquellos originarios de Wuhan. Estados Unidos y Japón fueron los primeros países en evacuar el miércoles a una parte de sus ciudadanos. Una medida que han ido tomando el resto de países. Hoy mismo lo ha hecho España.
Un avión evacuó este viernes a 83 británicos, 19 españoles, un polaco residente en España y una china casada con un español, cuatro daneses y un noruego. Ninguno mostró síntomas según las pruebas que se les realizaron. Asimismo, un avión francés con 200 pasajeros procedentes de Wuhan, aterrizó este viernes en el sur de Francia. Los evacuados permanecerán en observación y aislados durante 14 días, cerca de Marsella, en una especie de balneario. Otros países, como Italia, Alemania, Canadá y Blangladés, organizan operaciones de repatriación. Nadie quiere que sus ciudadanos corran ningún riesgo y tienen en su países listos protocolos de actuación.
Estados Unidos puso este viernes en cuarentena a los 195 estadounidenses que llegaron el miércoles a una base militar en California. Ninguno presentaba hasta ahora síntomas del virus. En cambio, en Japón, de los 206 repatriados, tres estaban infectados, que se suman a una decena de casos ya registrados previamente.
Grandes empresas como Toyota, IKEA, Starbucks, Tesla, McDonald's y el gigante tecnológico Foxconn decidieron suspender de forma temporal su producción o cerrar sus tiendas en China. Ante los temores por la epidemia, los bolsas europeas cerraron el viernes con caídas de entre 1% y 2,30%. Los precios del oro negro registraron cayeron 0,2% en el mercado de Londres y en Nueva York 1,1%. La Organización de Países Exportadores de Petroleo (OPEP) está lista para reunirse "muy rápidamente", aseguró el viernes el ministro ruso de Energía.
La Organización Mundial del Turismo (OMT), con sede en Madrid, ha declarado este viernes que el turismo es "vulnerable" a los efectos de las emergencias de salud pública y "ya está viéndose afectado" por el brote del coronavirus de Wuahn (2019-nCoV).
No obstante, "es demasiado pronto" para estimar los impactos que tendrá en el sector turístico, ha agregado la OMT, que está siguiendo de cerca la evolución del brote tanto en China como en el resto del mundo y está cooperando "estrechamente" con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En momentos de crisis, el turismo "ha sabido asumir su responsabilidad como parte integral de la sociedad y es consciente de que las personas y su bienestar han de ser su máxima prioridad", ha subrayado la OMT en un comunicado.
A su juicio, la cooperación del sector turístico será "vital" para detener la propagación del virus y limitar su incidencia en las personas y las comunidades, pero también los turistas tienen la responsabilidad de informarse antes de viajar, para mitigar el riesgo de transmisión, y deberían seguir las recomendaciones de la OMS y de las autoridades sanitarias de sus respectivos países, ha alertado.
La OMT ha expresado su solidaridad, en estos momentos difíciles, con la población china, su sector turístico y su Gobierno que, desde el primer instante en que estalló la emergencia, ha actuado "con rapidez y decisión".
La entidad ha recordado que, en años recientes, China se ha convertido en "un verdadero líder turístico mundial como mercado emisor y como destino", ofreciendo un medio de vida a millones de ciudadanos, por lo que el turismo, que ha demostrado ya numerosas veces su resiliencia, "ofrece un valioso salvavidas" para que el país se recupere tras este golpe.
La OMT "seguirá dando su apoyo a la OMS, el principal organismo de las Naciones Unidas para la gestión de este brote, brindándole asesoramiento y orientaciones específicas en lo que al turismo se refiere", ha añadido la entidad