Uno de los productos más socorridos dentro de cualquier despensa son las conservas de toda clase y, entre ellas, el atún es el rey. Lo utilizamos en ensaladas, empanadas, pastas, pizzas, sandwiches... y se trata de un recurso básico que nos puede sacar de más de un apuro. Sin embargo, son muchos los que se preguntan cuál es la mejor forma de envasar este tipo de productos y de qué forma llegarán de forma más nutritiva y sana a nuestro mesa. Atún en lata o en cristal. ¿Cuál es mejor y cuáles son sus propiedades?
El atún en conserva es un clásico básico en nuestras cocinas, y no es para menos si tenemos en cuenta sus propiedades: es muy rico en ácidos grasos omega-3, un tipo de grasa poliinsaturada que ayuda a reducir las tasas de colesterol y los triglicéridos y a fluidificar la sangre, disminuyendo el riesgo de trombosis y ateroesclerosis.
Además, contiene más proteínas que la carne y la supera también en cuanto a la dosis de vitamina B12 que nos aporta. También es fuente de otras vitaminas del complejo B (B2, B3, B6 y B9), y de vitaminas liposolubles (A y D) y minerales, entre ellos el fósforo, magnesio, hierro y yodo.
En cuanto a cuál es su mejor forma de conservación, lo mas frecuente es encontrarlo en lata o en cristal, y la principal diferencia entre ambos formatos es básicamente el material utilizado, ya que en ambos casos el proceso de conservación es el mismo, tal y como explica Ancomar.
"Por un lado, las conservas en lata facilitan el uso de máquinas empacadoras. Por su parte, el vidrio, al ser un material transparente exige un mayor cuidado en la presentación del producto." En realidad, la principal diferencia la encontramos en la forma en que se corta el atún en cada caso, debido a las distintas dimensiones del envase.
En cuanto a la protección del producto, en principio las latas protegen en mayor medida su contenido que un bote de cristal, aunque en el caso del segundo podremos apreciar de primera mano el aspecto del atún y ahorrarnos más de una sorpresa desagradable.
De hecho, es frecuente que la mejores marcas de atún vendan sus productos envasados en vidrio precisamente para que veamos el corte y la firmeza de la carne, y apreciemos la ausencia de 'migajas' o trozos de carne suelta mezclados con el líquido de conserva.
Los atunes en lata, por el contrario, no muestran el producto, lo que hace que este formato sea perfecto para ocultar un atún menos compacto. Para poner límites, legalmente las conservas elaboradas a partir de bloques enteros o de trozos no pueden contener más del 18 y del 30 por ciento de migas, respectivamente, sea cual sea su formato de envasado.
También hay que tener en cuenta que el formato lata es más ligero y sencillo de almacenar, frente al carácter frágil y pesado del vidrio, así como la forma de este tipo de envase, que dificulta que los apilemos.
Por otro lado, hay que valorar que el tarro de cristal, una vez abierto, puede conservarse en la nevera durante más tiempo, lo que no ocurre en el caso de la lata. En cualquier caso, la conservación de este tipo de productos es la misma sea cual sea su envase: busca un lugar fresco y seco donde no llegue la luz directa.