La farmacéutica británico-sueca AstraZeneca ha asegurado este domingo que "no hay pruebas" de que su vacuna contra el coronavirus provoque un incremento del riesgo de coágulos en sangre pese a la decisión de varios países de suspender su utilización como medida de precaución.
La empresa asegura que ha realizado "una revisión minuciosa" de los datos disponibles sobre quienes han recibido la vacuna en Reino Unido y la UE.
"Unos 17 millones de personas de la UE y Reino Unido han recibido ya nuestra vacuna y el número de casos de coágulos de los que se ha informado entre este grupo es inferior a la media que se puede esperar en la población en general", ha explicado la farmacéutica a través de un comunicado firmado por su jefa médica, Ann Taylor.
"La naturaleza de la pandemia ha incrementado la atención sobre casos individuales. Estamos yendo más allá de las prácticas habituales de seguridad de seguimiento de medicamentos autorizados sobre casos de incidentes vacunales para garantizar la seguridad pública", ha añadido Taylor.
Irlanda y la región italiana del Piamonte han sido los últimos en anunciar la suspensión del uso de la vacuna de AstraZeneca tras hacer lo propio Austria, Dinamarca, Estonia, Lituana, Noruega, Islandia y Tailandia. Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha asegurado este viernes que "no hay razón para no usar" la vacuna de AstraZeneca contra la covid-19.
Las autoridades de Piamonte (norte) han suspendido hoy de forma provisional y como precaución otro lote de vacunas de la farmacéutica británica AstraZeneca, tras la muerte de una persona que había recibido una dosis.
Se trata del lote ABV5811, otro distinto al que fue suspendido esta semana por la Agencia Italiana de Medicamentos (AIFA) también de la misma farmacéutica, tras los informes sobre los problemas de coagulación diagnosticados en varios países europeos y después de que en Sicilia se registraran dos muertes de dos personas que habían recibido la vacuna y que la Justicia italiana investiga.
El presidente de AIFA, Giorgio Palù, ha señalado en declaraciones a la televisión pública italiana que no existe hasta el momento correlación demostrada ni vínculo causal entre la administración de la vacuna y las muertes ocurridas, y que por tanto "no hay riesgo con Astrazeneca".
También el ministro de Sanidad, Roberto Speranza, ha asegurado que las vacunas es la única solución para acabar con la pandemia y ha animado a la gente a no tener miedo, porque "las vacunas en Italia y en Europa son efectivas y seguras".
De momento, Italia ha inoculado 6,6 millones de dosis contra el coronavirus de las diferentes farmacéuticas que suministran al país y casi 2 millones de personas están inmunizadas con las dos que se necesitan.