El responsable de la Asociación de trabajadores esenciales afectados por la vacuna de AstraZeneca, Pedro García García, ha reclamado que se reconozca que las patologías que padece este colectivo han sido causadas por el suero y que se indemnice a los afectados. No obstante, en su caso concreto ha reconocido no tener ningún informe médico que lo demuestre. La Agencia Europea del Medicamento refleja que la trombocitopenia es un efecto adverso poco frecuente de la vacuna, en hasta 1 de cada 10.000 vacunados.
Así lo ha pedido García en su intervención de este lunes ante la Comisión de Investigación sobre la gestión de las vacunas y el Plan de Vacunación en España, donde ha relatado que tras vacunarse en febrero de 2021, "como era mi deber como profesor y como ciudadano", estuvo un mes hospitalizado tras sufrir trombos, que le obligaron a ingresar en la uci. Sin embargo, no ha aportado ningún certificado médico que lo acredite.
Ha relatado que antes de ponerse el suero se quiso asegurar de que la vacuna era segura y descubrió que "era similar a otras administradas a la población con una mayoría de reacciones leves o moderadas, que se resuelven en pocos días", según los informes farmacológicos.
A pesar de su ingreso hospitalario, García ha lamentado no tener "ningún informe médico que certifique que la causa de los trombos fue la vacuna" y ha explicado que un año después sigue de baja y desconoce las secuelas que podría tener en el futuro.
Por ello, ha calificado de "kafkiano" que mientras parte del equipo médico le comentara en privado que "con toda probabilidad la causa de sus males era la vacuna, esta información no pueda ser plasmada en documento médico". Al tiempo recordó que se les desaconsejó una segunda dosis de AtraZeneca "por las secuelas que tiene".
"Es surrealista que no se reconozca la verdadera causa de nuestra situación y tengamos que agruparnos y venir al Congreso para conseguirlo", ha espetado García a los diputados, ante los que ha dicho que sería justo recibir una indemnización.
Tras asegurar que no cuestiona la validez de las vacunas, ha demandado que se reconozca que "algunas y algunos lotes tienen graves efectos y causan grandes enfermedades o la muerte". También ha reclamado que se aclare si personas con patologías previas debieron ser excluidas de la administración de AstraZeneca, así como que se reconozca la atención psicológica a los afectados o se les financien los medicamentos necesarios para tratar sus patologías.
Los diputados también han escuchado a los responsables de las ONG Médicos del Mundo, María Turienzo, y de Amnistía Internacional, Esteban Betltrán, quienes han reclamado que se adopten las medidas necesarias para garantizar el acceso universal a las vacunas.