La apendicitis puede ser esquiva. Muchas veces se pasa de largo el dolor abdominal inicial, que nos indica que algo está mal. Al no detectarse, la inflamación del apéndice va a más y, si no se acude al médico de inmediato, puede conllevarnos graves problemas de salud. En el caso de los niños, hay casos en los que ni siquiera se manifiesta con una molestia clara. Estos son los síntomas para identificarla para actuar cuanto antes.
La apendicitis es la infección del apéndice, un órgano pequeño que se encuentra en la parte inferior derecha del vientre. La infección empieza con una obstrucción del apéndice, que hace que se inflame y duela por la proliferación de bacterias. Cuanto más duele y más se hincha, más se reduce el flujo de sangre al apéndice.
Si un órgano no recibe la cantidad de sangre que necesita lo que ocurre es que empieza a morir, y en el apéndice esto puede ocurrir hasta ‘estallar’ o perforarse. Llegados a ese punto, si no se trata, las heces y bacterias encuentran un camino a través del apéndice para ingresar en nuestro abdomen, provocando una peritonitis.
La peritonitis es más complicada. La infección del abdomen y los órganos dentro de él hace que se inflame y causa desde vómitos y fiebre hasta taquicardias, en los peores casos la muerte.
La inflamación del apéndice sucede muy rápidamente, por eso se opera de urgencia. Es por ello que la detección temprana es fundamental para que todo progrese bien.
Los primeros síntomas que deben llamarnos la atención son un dolor leve en el área cercana al ombligo, que al cabo de pocas horas se vuelve más agudo. Toser o hacer fuerza se vuelven un mundo y puede darnos fiebre. Si esto ocurre, no hay que esperar a que el dolor vaya a más, y debemos acudir de inmediato a urgencias.
Algunas veces se manifiesta también por náuseas, vómitos, pérdida de apetito, diarrea o estreñimiento. En las mujeres muchas veces se confunde con molestias menstruales o irritación de colon, en cuyos casos hay que preguntarse si el dolor se extiende más de seis horas. Si es así, el dolor podría deberse a una apendicitis.
La apendicitis puede ocurrir a cualquier edad, aunque es más frecuente en personas entre los 5 y los 20 años. En el caso de la apendicitis aguda, la mayoría de casos corresponden a edades de los 20 a los 30 años.
En niños algunas veces no se manifiesta a través del dolor, por lo que un síntoma al que estar atentos es el estreñimiento. La apendicitis es menos frecuente en lactantes.