El calor provoca que nuestro cuerpo sude, no es agradable para nadie, pero es sano. De hecho, funciona como barrera cutánea y es fundamental para regular la temperatura corporal. El cerebro manda una señal a las glándulas sudoríparas y estas son las que se encargan de ello. Si no se produjese podríamos incluso morir.
En muchas ocasiones por las situaciones en las que nos encontramos, una entrevista de trabajo, los nervios de un examen, la espera en la parada del autobús pueden hacer que nuestro cuerpo sude, pero si lo hace en exceso, o bien transpira de forma excesiva sin encontrarse en una situación similar, es probable que nos encontremos ante un caso de hiperhidrosis.
Desde el Hospital Universitario Puerta del Mar nos explican que la hiperhidrosis es una enfermedad, un trastorno que provoca una sudoración excesiva localizada en algunas zonas del cuerpo o a nivel global, que puede suponer una limitación para la vida de la persona que la padece.
Se cree que está relacionado con una sobreestimulación de las glándulas ecrinas, que se encuentran en la cara, el cuello, las manos y los pies, provocada por diversos estímulos emocionales, aunque en ocasiones esta sudoración se produce de manera espontánea.
Lo que está claro es que, para quien lo sufre, contar con unas glándulas sudoríparas hiperactivas puede llegar a ser un gran problema, tanto a nivel físico como psicológico.
No todos los pacientes presentan los mismos síntomas, al igual que no todos los sufren en las mismas zonas del cuerpo. A veces se localiza en un punto, mientras en otros, se da en todo el cuerpo. Es necesaria la ayuda externa para tratar de combatirlo, y aunque estas medidas no logren acabar con el problema, hacen la enfermedad mucho más llevadera.
En cuanto a las soluciones, existen de diverso tipo y se aplicarán unas u otras dependiendo del grado de hiperhidrosis. Una forma de controlarlo es sabiendo que alimentos debemos tratar de eliminar de nuestra dieta para evitar el sudor.
Las bebidas estimulantes activan nuestro cuerpo y cerebro. El café es una de ellas, es un potente diurético, o las bebidas energéticas, que además aportan demasiado azúcar a nuestro organismos.
Los alimentos que provocan picor o ardor aumenten la temperatura de nuestro cuerpo. Son el pimiento, el pimentón. Aunque algunos alimentos picantes continen ají, que lleva capsaicina, un estimulante de la producción de sudor que puede ayudarte a enfriar el cuerpo.
También hay que evitar las bebidas alcohólicas como la cerveza. Dilata los vasos sanguíneos y aumenta nuestra sensación térmica.
Evitar las bebidas demasiado calientes o frías. El temperatura corporal, por lo general, es de 37 grados y mantenerla nos produce un gasto energético importante. Por esto, lo ideal es ingerir bebidas a temperaturas templadas.
No ingerir alimentos pesados para su posterior digestión. Los alimentos que contienen azúcar, gran cantidad de grasas y embutidos no ayudan a sudar menos. Además, es fundamental mantener el cuerpo hidratado.
También existen otras posibles soluciones con diferentes grados de eficacia, desde los desodorantes y transpirantes para bloquear los poros, un método muy extendido de iones llamado Iontoforesis, los medicamentos orales para el control de las glándulas, tratamiento con microondas, el botox y las intervenciones quirúrgicas.
Lista de trucos
Como ya hemos explicado antes, esta enfermedad la sufren entre el 1 y el 3% de la población, pero el resto de personas no se libran también de sudar ya que es algo natural y sano. Para intentar disminuir este sudor estas son algunas alternativas.