Frutos secos a porrón: pistachos, almendras y nueces, las mejores
Son ricos en fibras, proteínas y tienen una potente acción antioxidante, por su contenido en vitamina E, selenio y potasio. Además, su acción positiva sobre las grasas saturadas protege de la enfermedad cardiovascular. Además, su alto contenido en calorías te dará suficiente energía a media mañana y en las meriendas si los añades a tus tentempiés.
Manzanas y peras, las frutas que te ayudarán a aguantar todo el día
La fórmula es consumir frutas de temporada y con mucho color. Son ricas en vitaminas y antioxidantes y, dentro de las otoñales más efectivas, las manzanas y las peras son gloria bendita.
Las primeras, ya sean rojas, las Golden, las reinetas o las verdes, son lo mejorcito para la absorción del colesterol, la sensación de hinchazón que venga de problemas cardiovasculares y, lo más importante, para el cansancio: sus antioxidantes. Una manzana diaria sí te mantiene alejado de los médicos, como se decía en antaño. ¿Eres más de peras? En otoño son perfectas, dulces y jugosas. Además de su sabor, inmejorable en esta época del año, estas frutas son muy ricas en vitamina C y contienen cuatro gramos de fibra por cada ración. ¡Qué más se puede pedir en dos bocados de vitalidad!
El tono anaranjado, en la calle y en tu plato
La calabaza y la zanahoria tienen betacarotenos, es decir, provitamina A que actúa como un excelente escudo contra el cansancio otoñal. Encima son ricas en fibra e hidratos. Particularmente, la zanahoria contiene todo un arsenal de vitaminas (B, C, D, E, K), así como minerales, calcio, fósforo y potasio.
Ambas las puedes comer hervidas, en ensalada, en puré, en tu batido détox de las mañanas o para los caldos calentitos que necesitarás en noviembre.
Aguacate's rules
El aguacate se ha convertido en el protagonista de nuestros desayunos más healthy. Esta fruta ha dejado de ser el más importante de los ingredientes del guacamole para ser el de nuestras ensaladas en otoño, y conseguir ese aporte energético que el cuerpo necesita. Su alto contenido en potasio y en sodio ayuda a mantener el equilibrio de los líquidos y electrolitos en las células, para mantener un ritmo cardiaco regular y una presión arterial normal.
Si no tienes el ácido úrico muy alto, marisco
Hazte un viajecito por las rías gallegas y aprovecha para comer el fruto del mar más apetitoso, rico y, también, energético que hay, junto con los pescados pequeños: su aporte de zinc es esencial para tener nuestro metabolismo con el depósito lleno de gasolina.