El huevo y otros cuatro alimentos que pueden causar intoxicaciones veraniegas
El huevo no es el único alimento que puede causar salmonelosis, también es frecuente con el pollo
Es importante lavar bien los alimentos crudos y cuchillos o tablas que vayamos a usar
En verano las bacterias proliferan mejor por las altas temperaturas
Cuando llega el verano también lo hace el calor, y eso, si no tenemos cuidado, puede resultar en visita a urgencias. A las bacterias les gustan las altas temperaturas, y pueden estar tanto un plato de arroz como una ensaladilla. Es fundamental en primer lugar la higiene y en segundo conservar la comida como es debido si no queremos sufrir una intoxicación veraniega, pero además, hay ciertos alimentos que todos los años dan más problemas. Entre ellos, el huevo y los cuatro que te contamos a continuación.
En 2018, recuerda la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, más de 6.000 personas sufrieron en Europa intoxicaciones, la mayoría en verano. Desde la listeriosis que tanto dio que hablar el año pasado hasta la salmonelosis o la escherichia coli.
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Entre las prácticas que están en nuestra mano para evitar que las bacterias entren en nuestro cuerpo, el Ministerio de Consumo aconseja empezar por “prestar especial atención al etiquetado de los alimentos y a las condiciones especiales de conservación y uso contenidas en el mismo”. Una vez en casa, es recomendable que cocinemos los alimentos adecuadamente y los comamos de inmediato, a poder ser. En caso de almacenarlos, también hay una serie de medidas a tener en cuenta.
Huevo
El motivo por el que la mayoría de intoxicaciones alimentarias de las que escuchamos hablar se originan por comer huevo, es que es sorprendentemente fácil que nos contagie la salmonelosis. Desde cascar un huevo en el borde del plato, hasta separar la yema de la clara utilizando la cáscara, según la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios). Esto es, porque en general no lavamos los huevos antes de abrirlos.
En verano tendemos a comer mucha tortilla, ensaladilla y salsas a base de huevo como la mayonesa. Dejarlas demasiado tiempo a temperatura ambiente o incluso demasiado tiempo en la nevera es un error frecuente que invita a las bacterias a proliferar en nuestro plato.
Pescados y mariscos
No hace falta que sea sushi, que tiene muy mala fama en estos de las intoxicaciones, también el marisco o un pescado semicrudo pueden arruinarnos las vacaciones. Es fundamental si se va a comer crudo que haya estado previamente congelado para evitar el anisakis, pero además hay que tener muy claro cómo debe manipularse. La OCU recuerda que hay que guardarlo en la nevera hasta el momento de cocinarlo y eviscerarlo bien. Ojo con los boquerones en vinagre.
Vegetales
Hay un paso fundamental a la hora de comernos una ensalada, por ejemplo, y es lavar bien toda la verdura que le vayamos a echar. En la nevera o fuera de ella, están muy expuestos a las bacterias. Por supuesto si vamos a cortar los vegetales, es importante hacerlo con un cuchillo limpio, que no hayamos utilizado para cortar carne previamente, por ejemplo.
Pollo
La salmonella no solo puede aparecer por comer huevo, también se han dado casos que han surgido después de ingerir pollo. El motivo es que contiene mucha agua y que a veces no se cocina bien, ya sea en el horno o en la sartén. Además, si se corta en una tabla que no ha sido desinfectada adecuadamente, o si cortamos con un cuchillo mal lavado, es probable que contraiga bacterias. El síntoma que nos avisa suele ser la gastroenteritis.
Agua
Aunque no es un alimento como tal, el agua causa muchas intoxicaciones en verano porque nos desplazamos a zonas donde, sin saberlo, podemos estar bebiendo agua del grifo que nos perjudica. “Si se está en un lugar donde el agua no ofrece garantías”, dice la OCU, “es mejor tomarla embotellada y evitar el hielo”.