Frente a las imágenes de colas kilométricas en los supermercados y de estantes vacíos es necesario poner un poco de calma y aconsejar qué alimentos es conveniente tener en la despensa a la hora de afrontar una cuarentena como la que nos ha impuesto el coronavirus. El Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO) ha publicado una lista con los alimentos primordiales para afrontar un periodo más largo del habitual, teniendo en cuenta los requerimientos nutriciones de niños en proceso de crecimiento, gestantes y personas mayores.
Planificar la compra de alimentos para llenar la despensa a largo plazo conlleva elegir productos que tengan una vida útil muy amplia y también que sean no perecederos. Es muy recomendable hacer una lista por grupos para que no se nos olvide nada y después ir clasificando los diferentes alimentos. Un error común es comprar casi la totalidad de los alimentos congelados y ultraprocesados, generalmente asociados a una fecha de caducidad más amplia. Muchos de estos productos utilizan como 'conservadores' altas cantidades de sal, azúcar añadido o grasas saturadas muy perjudiciales para la salud.
Otro consejo que ofrece el IMEO es adaptar la compra según las necesidades específicas de energía y micronutrientes de algunos miembros de la familia, como niños pequeños, embarazadas o personas mayores.
Así, una lista de compra enfocada al largo plazo incluiría cereales, como harina o arroz; legumbres como garbanzos y lentejas; verduras y hortalizas en conservas o congelados; frutas y frutos secos, carnes y productos curados o en salazón o pescados y mariscos. También recomiendan leche, grasas, aceites y vinagres; café o dulces, pero solo chocolate negro y cacao puro sin azúcar añadido en polvo.
Desde el Colegio Oficial de Dietistas-Nutricionistas de la Comunitat Valenciana recomienda no olvidarse de los alimentos perecederos. Aunque es conveniente comprar lo menos posible de esta tipología, hay hortalizas que aguantan mucho y muy bien el paso del tiempo, como la col, la coliflor, la col lombarda, las zanahorias o las cebollas. No ocurre lo mismo con el brócoli, la lechuga o los tomates, que convendría descartar.
Por lo que se refiere a las latas y conservas, como atún, sardinas o moluscos, son algunos de los productos estrella debido a que ocupan menos volumen, no requieren refrigeración y su fecha de caducidad es lejana en el tiempo. Eso sí, recomiendan que siempre sean con aceite de oliva virgen, evitando aceites refinados, o en su defecto al natural.
No olvidemos que al permanecer en casa la actividad física disminuirá, por lo que hay que limitar o incluso suprimir productos procesados de mala calidad como la bollería industrial. Alimentos más saciantes como frutos secos, encurtidos o el grano de maíz para hacer palomitas caseras, podrían ser buenas opciones para almacenar