Alerta sanitaria: Guardia Civil retira más de 1.000 jamones fraudulentos no aptos para el consumo
Guardia Civil, junto a la Consejería de Salud y Agricultura de Andalucía y Madrid, han lanzado una alerta sanitaria por unos jamones fraudulentos
Agentes del Seprona de la Guardia Civil de Madrid, han detenido en la operación 'Costmapa' a tres personas
Están acusados de delitos contra la salud pública relativo al mercado y los consumidores, falsificación de documento, estafa y delito contra la propiedad industrial
Guardia Civil, junto a la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía y la Comunidad de Madrid y las consejerías de Agricultura de ambas comunidades, han lanzado recientemente una alerta sanitaria por unos jamones fraudulentos.
El jamón es uno de los alimentos estrella en estas fechas, un producto que despierta gran interés a nivel internacional. Los controles para garantizar la máxima calidad en España son exhaustivos, pero ocasionalmente se dan casos en los que las autoridades intervienen para no poner en peligro la salud de los consumidores.
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En este caso, la Guardia Civil se ha visto obligada a retirar del mercado más de 1.000 piezas de jamón ya que no eran aptas para el consumo. Gracias al Seprona, el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil, y la Benemérita de Madrid se llevó a cabo la "Operación Costmapa".
Varios detenidos e investigados
Agentes de la Guardia Civil detuvieron el pasado jueves a tres personas e investigan a cinco más por delitos relacionados contra la salud pública relativo al mercado y los consumidores, falsificación de documento, estafa y delito contra la propiedad industrial.
La investigación comenzó en Getafe, Comunidad de Madrid, donde se detectaron jamones y paletas cuya procedencia era de Huelva pero las etiquetas no indicaban esa procedencia. Gracias a la rápida intervención se paralizó la distribución de este producto, que contaba con etiquetas de "ibérico" cuando no lo era.
Asimismo, se localizaron otras falsificaciones como certificados de calidad. Tras la operación se han retirado del mercado más de 1.000 piezas entre las que hay 405 paletas y 659 jamones cuyo valor ascendía a más de 180.000 euros. Todos ellos todavía contaban con las etiquetas falsas y certificados fraudulentos.