Las advertencias y predicciones de Margarita del Val y Fernando Simón sobre las nuevas pandemias
La viróloga Margarita del Val ha advertido que la próxima pandemia se trasmitirá a través del aire
La viróloga del CSIC insiste en que se debe lograr "un aire más limpio" con la instalación generalizada de medidores de CO2
Fernando Simón advierte que las nuevas amenazas no solo serán biológicas, también químicas y nucleares
Expertos en pandemias advierten de que el mecanismo de transmisión de la próxima crisis sanitaria vendrá por el aire y al respecto reclaman aplicar las lecciones aprendidas con el SARS-CoV-2 que ha demostrado que "la solidaridad, la cooperación y la preparación global" son "claves" para dar "una respuesta rápida".
Así lo han señalado los ponentes participantes en la I Cumbre Internacional sobre Gestión de Pandemias organizado por el Ayuntamiento de València, que forma parte del proyecto europeo STAMINA, en el que participan 38 organizaciones que representan a 19 países y que ha contado con la presencia de especialistas como el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad, Fernando Simón, o la investigadora del Consejo Superior de Investigaciones Científicas Margarita del Val.
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Las advertencias de Margarita del Val
Al respecto, la viróloga Margarita del Val advierte de que "ahora mismo no se puede pensar en una próxima pandemia causada por algo que se transmita por el agua ni por los alimentos, porque serían una epidemia local, sin embargo nos puede volver otra por el aire". Así, explica que "en el siglo XIX se aprendió con las epidemias del cólera que el agua de beber tiene que estar perfectamente separada de las aguas residuales y que al potabilizar el agua se evitan muertes y se ha elevado la esperanza de vida".
Ahora el SARS-CoV-2 ha demostrado que el mecanismo de trasmisión es por el aire y hay que aprender de esta enseñanza: "hay que limpiar el aire". Sin embargo, lamenta que se construyen edificios "cada vez más inteligentes para ahorrar energía, pero cada vez menos saludables para la trasmisión de enfermedades respiratorias".
Por ello, insiste en que se debe lograr "un aire más limpio" con la instalación generalizada de medidores de CO2 que permitan saber cuándo hay riesgo de contagio como han hecho en los colegios y en las Universidades. En ese sentido, reclama una normativa estatal para garantizar un aire limpio que además evitaría tener que abrir permanentemente las ventanas con el consiguiente gasto energético.
Aire limpio, un derecho
Del Val recalca que este aire limpio debe ser un derecho exigible: "que yo no tenga que filtrar mi aire cuando lo tengo que respirar al igual que no filtro mi agua cuando la tengo que beber. Si no comparto mi vaso de agua con todo el mundo en un restaurante, tampoco tengo que compartir mi aire con todos los que están en una habitación cerrada".
Por su parte, el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, ha señalado que la covid ha demostrado que hay que estar ya preparado para hacer frente a una nueva crisis mediante una respuesta coordinada global y que España se prepare con un sistema único sanitario, planes con un enfoque multisectorial y delimitar con claridad la toma de decisiones.
En ese sentido, señalado que la respuesta a esta pandemia "no empezó de cero" ya que se contaba con la experiencia previa de los brotes sanitarios de los primeros 20 años del siglo XXI, como SARS-Cov-1 o la salmanelosis. "Estábamos preparados para situaciones simulares, pero no para la magnitud del SARC Cov-2", reconoce.
Simón relata que si hasta ahora estábamos acostumbrados a crisis a corto plazo y a nivel local o pandemias que se lograron controlar en las etapas iniciales, de la covid hemos aprendido que se requiere una respuesta global y una gestión a largo plazo porque "no tratamos con pocas personas sino con toda la población y la población tiene sus límites a la hora de soportar las restricciones".
Así, debemos "pensar a nivel global" y estar "preparados para la siguiente pandemia porque no sabemos cuándo pero vendrá". No obstante, destaca ya se ha interiorizado que las crisis sanitarias "no son una cuestión únicamente sanitarias" sino que afectan a todas las áreas y por ello requieren un enfoque multisectorial aunque la gestión prevalente debe acordarse desde el paraguas de los criterios sanitarios. Sin embargo, el primer error con la covid fue no "entender que la salud es responsabilidad de todos y o solo del sanitario".
Información y comunicación, claves
Asimismo, recalca que afrontar una pandemia precisa de información actualizada para readaptar los planes de actuación --ha contado cómo tuvieron que aplicar decisiones en la primer ola sin saber el número de casos reales-- y ello implica una coordinación y legislaciones internacionales para actuar "rápido y con fortaleza".
Simón apunta que junto a la información es "clave" también la comunicación y al respeto recalca que las opiniones "no son información científicas" y que todas las acciones basadas en la ciencia se deben revisar la luz de una nueva evidencia. En el plano sanitario, la covid ha relevado asimismo que se requiere un sistema sanitario único y unido --la atención primaria, que es la puerta a la sociedad; la atención hospitalaria y la salud pública-- ha lamentado que hasta la fecha no han trabajado codo con codo como deberían.
Amenazas futuras
En ese sentido, ha recalcado que se deben aprender las lecciones de la pandemia de covid-19 para hacer frente a los futuras amenazas, que no son solo las biológicas, sino químicas, radiológicas y nucleares, como se ve ahora ante la guerra de Ucrania. "Nunca estaremos preparados al cien por cien, pero si todos estamos juntos podemos reunir los elementos que nos permitirán responder a la próxima crisis", ha destacado.
Del mismo modo, la responsable de informes y gestión del conocimiento de la Oficina Europea de la Organización Mundial de la Salud, Miranda Ngoc, ha señalado que esta pandemia terminará pero "no podemos relajarnos" y hay que "institucionalizar las lecciones aprendidas". "No podemos empezar de cero, los políticos, científicos y la población debemos trabajar juntos para no dejar a nadie detrás".
En ese sentido, ha recalcado que la OMS, con sus oficinas regionales y núcleos de ayuda, puede actuar de liderazgo ante situaciones similares si hay un compromiso de sus socios.