Por qué no dormir bien a partir de los 50 repercute en tu memoria, según un estudio

Pasar una mala noche de sueño tienen un impacto inmediato en cómo se enfrenta el día: más irritable, cansado, menos concentración… Cuando uno duerme mal, el día se puede convertir en un auténtico desafío. “El sueño saludable es aquel que se adapta a las necesidades de la persona y su entorno, es satisfactorio, tiene una duración y horario adecuado, es eficiente sin periodos de despertar durante la noche y permite una alerta sostenida durante las horas de vigilia. Conseguirlo no depende únicamente de una mayor educación y concienciación en hábitos de sueño", señala la Dra. Ana Fernández Arcos, Coordinadora del Grupo de Estudio de Trastornos de la Vigilia y Sueño de la Sociedad Española de Neurología (SEN).

Y explica: "Existen impedimentos, en una gran parte de la población, principalmente por las necesidades laborales, sociales y de estilo de vida que restan horas al descanso nocturno, siendo inadecuado por debajo de 7 horas en adultos. Un mal descanso tiene consecuencias en la salud individual y en la sociedad en general y se asocia a problemas de salud mental, emocional y física. Además, las personas con enfermedades crónicas, miembros de minorías y personas en situación de precariedad pueden tener grandes dificultades para mantener unos hábitos de sueño óptimos”.

Existen cerca de 100 trastornos del sueño clasificados y, además, son muchas las personas que conviven con enfermedades que, por su sintomatología, interfieren en el buen descanso. Aunque los efectos de no dormir bien son sobradamente conocidos en la sociedad, como el cansancio y el mal humor, cuando la falta de descanso se convierte en un patrón recurrente, las consecuencias pueden ser mucho más profundas, afectando la salud general y, en particular, la memoria. Este riesgo se incrementa a medida que van pasando los años. A partir de los 50, un período largo de deficiente sueño afecta directamente en la función cognitiva de los afectados. 

No dormir bien a partir de los 50 años: qué efectos trae en la memoria

La memoria humana también evoluciona a medida que se cumplen años. Los recuerdos se hacen menos intensos y, en muchos casos, solo quedan los más importantes. Cuidar la memoria se vuelve fundamental, sobre todo después de los 50, cuando la falta de sueño puede afectar aún más la función cognitiva.

Un estudio reciente publicado en la revista Neurology y dirigido por la doctora Clémence Cavaillès, de la Universidad de California en San Francisco, ha concluido que una mala calidad del sueño en personas de mediana edad puede acelerar el envejecimiento cerebral.

El estudio no prueba que la falta de sueño acelere el envejecimiento cerebral, solo muestra una asociación entre la mala calidad del sueño y los signos de envejecimiento cerebral. "En investigaciones anteriores se ha vinculado la falta de sueño con una capacidad de pensamiento y de memoria deficientes en etapas posteriores de la vida, lo que aumenta el riesgo de demencia", contextualiza la autora del estudio, Clémence Cavaillès, de la Universidad de California en San Francisco. "Nuestro estudio, en el que se utilizaron escáneres cerebrales para determinar la edad cerebral de los participantes, sugiere que la falta de sueño está relacionada con casi tres años adicionales de envejecimiento cerebral ya en la mediana edad".

El análisis se centró en seis características del mal sueño: poca duración, mala calidad, dificultad para conciliar el sueño, despertares frecuentes, levantarse temprano y somnolencia durante el día. Según los resultados, los participantes con más de tres de estas características presentaron un envejecimiento cerebral de 2,6 años más que los que no tenían estos problemas.

Consejos para dormir bien

Muchos se enfrentan a problemas para dormir, ya sea para quedarse dormidos, mantenerse dormidos o conseguir un sueño profundo y reparador. Hay algunos consejos prácticos que pueden ayudar a mejorar la calidad del sueño:

  • A dormir siempre a la misma hora: acostarse y levantarse siempre a la misma hora ayuda a regular el ciclo de sueño.
  • Evitar permanecer en la cama si no se puede dormir: si no te duermes en 15 minutos, es mejor levantarse y hacer una actividad relajante, como leer en otra habitación, hay que evitar las pantallas. 
  • Buen ambiente: la habitación debe tener una temperatura cómoda, un colchón adecuado, y estar libre de ruidos y luces molestos. Evita el uso de electrónicos o mirar el reloj, ya que ambos pueden interferir con el sueño.
  • Cena ligera: evita cenas pesadas y alimentos que contengan cafeína, especialmente antes de dormir.
  • Hacer deporte regularmente: realizar actividad física ayuda a conciliar el sueño más fácilmente, pero es importante no hacerlo justo antes de ir a la cama.

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