El 17 enero se celebra el Día de la concienciación del Liquen escleroso vulvar, una patología frecuente pero totalmente desconocida entre las mujeres, y también entre algunos especialistas en Ginecología, por lo que su diagnóstico puede llegar a retrasarse hasta una década.

Dar a conocer esta enfermedad representa un aspecto sobre el que trabaja con ahínco la cirujana plástica, estética, y reconstructiva Patricia Gutiérrez Ontalvilla, desde la Fundación Nixarian que preside, una organización sin ánimo de lucro creada para la divulgación, investigación, y tratamiento del liquen escleroso vulvar desde la medicina regenerativa.

Según nos cuenta en una entrevista con Europa Press Infosalus se trata de una afección dermatológica crónica, una patología crónica inflamatoria, que podría llegar a afectar a cerca de 100.000 mujeres en España. "Desafortunadamente sí es frecuente en nuestra sociedad, y una de cada 300 mujeres pueden padecer liquen escleroso vulvar. Lo que se ha visto es que casi el 2% de las pacientes que acudían al ginecólogo por picor y quemazón en la vulva, lo que realmente tenían era liquen escleroso vulvar", avisa.

Pero es que, tal y como afirma también, si no se diagnostica a tiempo este fenómeno, el riesgo de desarrollar cáncer escamoso vulvar en estas pacientes es del 21,88 %, en aquellas mujeres no tratadas correctamente. Por eso es importante conocerla.

"Las causas todavía permanecen desconocidas, pero cada vez se piensa más que es autoinmune. Se da en personas genéticamente predispuestas, aparte de que hay una serie de factores inmunológicos, y también ambientales, que hacen que la enfermedad se desarrolle", remarca esta miembro de la SECPRE y del Hospital Universitario La Fe de Valencia.

El liquen escleroso vulvar, según detalla, se caracteriza por la inflamación y por el adelgazamiento de la piel en la zona, alterando su estructura (como pérdida de labios menores y enterramiento del clítoris).

A su vez, lamenta que una de las causas del retraso del diagnóstico en aproximadamente una de cada 3 mujeres es que esta patología no da síntomas. No obstante, la mayor parte de las pacientes dice que se queja de picor, un picor tan fuerte que incluso les despierta por la noche, así como de quemazón constante en la vulva.

"Esta enfermedad conlleva una variedad de síntomas en quienes lo padecen, que pueden causar picor intenso (prurito) que incluso les despierta en la noche; también un intenso dolor al miccionar, al defecar, y que además les impide mantener relaciones sexuales", detalla.

Estos síntomas que a veces se manifiestan en la mujer afectada, tal y como destaca la doctora Gutiérrez Ontalvilla, son frecuentemente confundidos por el ginecólogo como una infección de cándidas, lo que lleva a muchas mujeres a estar tratadas contra éstas y contra infecciones de orina, cuando realmente se trata de un liquen escleroso vulvar.

"Las pacientes vienen con mucha pena e ira. Hay una media de 8-10 años de retraso en cerrar el diagnóstico. Estas mujeres son peregrinas hospitalarias y médicas. Al principio es picor, escozor, la vulva un poco enrojecida, pero sí hay signos para el diagnóstico, pero de gente muy especializada en liquen escleroso vulvar", advierte esta doctora.

Hay ocasiones en las que el ginecólogo ya las explora y han desaparecido los labios menores, se les ha cerrado la apertura vaginal, además de que hay un enterramiento del clítoris y éste desaparece, aparte de que estas mujeres tienen mucho dolor con las relaciones sexuales y sangran, "signos que se ven cuando la enfermedad está muy avanzada".

Por eso, insiste la presidenta de la Fundación Nixarian en la importancia de detectar esta patología crónica inflamatoria "de forma temprana": "Hay que disminuir el 4% del riesgo de cáncer que tienen estas pacientes. No se les puede dejar de diagnosticar porque si no su riesgo de cáncer va a aumentar".

Según prosigue, si se diagnostica de forma precoz se les podrá ofrecer tratamiento, de manera que implícitamente se disminuye el riesgo de cáncer. "El liquen escleroso vulvar es como una ablación", lamenta esta doctora.

En cuanto a los tratamientos hoy en día disponibles esta cirujana plástica mantiene que el de primera opción son las pomadas de corticoides "ultrapotentes", si bien en una de cada 3 mujeres tienen recurrencias en el primer año.

Precisamente, la doctora Gutiérrez realizó un ensayo clínico en el 2017 'Liquenia', con el Instituto de Investigación la Fe, en el comparó el empleo de células madre con el uso de estas pomadas, verificando que es mejor la terapia regenerativa.

"Es mejor cuando las pacientes se tratan con sus propias células madre que con las pomadas. El poder antiinflamatorio y regenerativo de las células madre de la paciente es superior al de las pomadas y sólo se necesita una aplicación, mientras que en el caso de las pomadas éstas deben usarse de manera frecuente. Incluso pacientes jóvenes que no podían tener relaciones sexuales han podido ser madres gracias a este tratamiento", valora la doctora Patricia Gutiérrez.

En niñas no se usa el tratamiento con células madre, según indica esta experta, si bien manifiesta que esta vía terapéutica en adultas mejora en un 95% de las pacientes sus síntomas, así como su función sexual, y su calidad de vida. "No se puede prevenir porque es una enfermedad inflamatoria y probablemente autoinmune, y en un 20% de familias están afectadas varias mujeres", concluye.

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