El omeprazol es un fármaco muy reconocido por la sociedad y que usualmente se encuentra en los botiquines de los hogares españoles. Lo conocemos como un protector de estómago y en ocasiones se toma sin indicaciones médicas.
Según el último informe publicado el Ministerio de Sanidad sobre la prestación farmacéutica en el Sistema Nacional de Salud, en 2022 (el último del que hay cifras oficiales), el antiulceroso omeprazol es el segundo fármaco más consumido en España, por detrás el paracetamol. En ese alcanzó un consumo de 50,8 millones de envases.
Pero, ¿lo usamos correctamente? ¿Tenemos en cuenta sus efectos secundarios? Laura Redondo Flórez, profesora de Farmacología en la Universidad Europea explica que "existe una percepción generalizada de que el omeprazol es un simple “protector de estómago”, lo cual banaliza sus posibles efectos secundarios. Esto probablemente se deba a que la palabra “protector” nos reporta connotaciones positivas".
Esta visión errónea puede llevar a su consumo excesivo y sin control, incluso cuando no es necesario. "Durante todo el año, y especialmente en épocas como Navidad, esto resulta en un aumento de su uso como medida preventiva frente a las molestias estomacales, sin considerar que otras medidas menos invasivas podrían ser igual de efectivas", apunta. "Es esencial educar a la población sobre el hecho de que el omeprazol no es un medicamento inofensivo y que su uso debe estar respaldado por una indicación médica concreta".
De hecho, el departamento de Salud de la Generalitat de Catalunya ha puesto en marcha la campaña 'Pastillas, solo las necesarias' para sensibilizar sobre el uso de determinados fármacos como el Omeprazol.
Es un inhibidor de la bomba de protones (IBP) que reduce la producción de ácido en el estómago, y su uso está indicado en patologías específicas como reflujo gastroesofágico, úlceras gástricas o duodenales, y en el manejo de infecciones por Helicobacter pylori asociado a un esquema de antibióticos. "Antes de tomar un fármaco como omeprazol, es fundamental asegurarnos de que existe una indicación médica clara", subraya Redondo.
"Muchas personas lo consumen sin indicación médica, ya sea por recomendación de amigos o familiares, o como medida preventiva sin fundamento. Este uso indiscriminado puede generar problemas a largo plazo y refleja la necesidad de mayor educación sobre los medicamentos", indica la farmacéutica.
El uso prolongado de omeprazol sin supervisión médica tiene riesgos bien documentados. "Entre los principales efectos adversos destaca el déficit de absorción de nutrientes, como vitamina B12, calcio, magnesio y hierro, lo que puede llevar a anemia, osteoporosis o hipomagnesemia", aclara.
Esto se debe a que modifica el pH del estómago, pudiendo comprometer la absorción de distintos nutrientes. Asimismo, "también puede modificar la absorción de fármacos que precisen un pH ácido en el estómago para absorberse o para activarse, lo que podría comprometer la eficacia del tratamiento, ya que la cantidad absorbida de fármaco es menor en comparación con la cantidad necesaria para realizar un efecto farmacológico dado".
La especialista igualmente apunta que el omeprazol también es inhibidor del metabolismo de otros fármacos, por lo que su uso indiscriminado sin prescripción médica podría suponer una acumulación de otros fármacos que no se están eliminando correctamente de nuestro organismo, pudiendo producir efectos adversos no deseados.
Además, "se han descrito efectos en otros sistemas, como alteraciones a nivel renal, incluyendo nefritis intersticial en algunos casos, con posible progresión a insuficiencia renal e infecciones gástricas y del tracto digestivo, ya que "la disminución del ácido estomacal altera la composición de la flora natural de nuestro sistema gastrointestinal, favoreciendo la proliferación de bacterias como Salmonella y Campylobacter y, en pacientes hospitalizados, posiblemente también por Clostridium difficile", advierte Redondo. A lo que añade: "Estos riesgos subrayan la importancia de usar este medicamento bajo supervisión médica y durante el tiempo estrictamente necesario".
Durante las fiestas navideñas se observa un aumento en la demanda de omeprazol "Esto se debe a que muchas personas lo consideran un protector frente a las comidas copiosas y el consumo de alcohol típicos de estas fechas. Aunque esto refleja la búsqueda de soluciones preventivas, a menudo responde a un uso innecesario y a la falta de información adecuada sobre sus indicaciones", señala .
¿Cuándo sí es recomendable su uso preventivo? Redondo recalca que "puede ser útil durante las fiestas navideñas en casos específicos, como en pacientes que tienen diagnósticos previos de enfermedad por reflujo gastroesofágico, úlcera gástrica activa o tratamientos que requieren de una reducción de la acidez gástrica, como el uso prolongado de antiinflamatorios no esteroideos (AINEs). También es recomendable para pacientes con riesgo alto de complicaciones gástricas, siempre bajo prescripción médica".
¿Y tras las comidas copiosas? "En casos de molestias leves, se pueden considerar los antiácidos de venta libre como una solución puntual para neutralizar la acidez. No obstante, su uso debe ser ocasional, y si los síntomas persisten o se agravan, siempre será necesario consultar a un profesional de la salud para descartar afecciones subyacentes".
Una estrategia fundamental para prevenir molestias estomacales tras comidas copiosas es mantener la moderación en las porciones. "Comer en exceso puede sobrecargar el sistema digestivo, por lo que es importante controlar la cantidad de alimentos que se ingieren en una sola ocasión. También es recomendable evitar alimentos y bebidas que sean potencialmente irritantes para el estómago, como el alcohol, el café, las comidas muy grasas o aquellas muy condimentadas, ya que pueden desencadenar síntomas de acidez o malestar", remarca Redondo.
Otra recomendación de la farmacéutica es distribuir las comidas a lo largo del día. "En lugar de realizar una única comida abundante, optar por varias ingestas pequeñas puede facilitar el proceso digestivo y reducir la probabilidad de molestias". Complementar esto con ejercicio moderado, como un paseo breve después de comer, puede ser beneficioso para estimular la digestión de manera natural.
De igual modo, llevar una hidratación adecuada también desempeña un papel importante. Es preferible priorizar el consumo de agua y limitar el consumo de bebidas gaseosas o alcohólicas, que suelen incrementar la distensión abdominal y el reflujo. "Adoptar estos hábitos puede reducir la necesidad de medicamentos como el omeprazol y promover un enfoque más saludable hacia la prevención de molestias digestivas.
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