¿Qué hay que hacer cuando se te sube el gemelo?

  • Es una contracción involuntaria y fuerte que nos impide apoyar bien el pie

  • Es un dolor repentino e intenso que en ocasiones nos ciega, impidiéndonos reaccionar adecuadamente

  • Para dolor, ¿movimiento o reposo?

Existen todo tipo de dolores y algunos son más intensos que otros, cada persona tiene una tolerancia diferente a ellos, pero seguramente no haya opiniones en contra de que uno de los más molestos es el que se produce cuando estamos tranquilamente sentados o tumbados y se nos ‘sube el gemelo’.

Un dolor intenso y que no siempre sabemos cómo calmar. Es una contracción involuntaria y fuerte que nos impide apoyar bien el pie, haciendo que tendamos a ponerlo de puntillas, y que puede durar desde segundos a minutos.

Esto puede ocurrirle a cualquier tipo de personas, aunque suele asociarse más con embarazadas y deportistas, y puede estar producido por varias causas. Una de ellas es la fatiga muscular, si a lo largo del día ha habido un uso excesivo del músculo o un aumento de la intensidad en el ejercicio, no se ha descansado lo suficiente o los músculos no son lo suficientemente fuertes para una actividad, pueden producirse estos pequeños espasmos en los músculos de la pantorrilla. 

Es habitual que estas contracciones involuntarias se produzcan durante el sueño y otra causa puede ser un aumento del estrés en nuestra vida. El estrés y la ansiedad tienen impacto sobre el sistema nervioso, lo que aumenta el nivel de alerta, desencadenando fasciculaciones musculares durante el sueño, según explicó la Dra. Alba García Aragón, médico general especialista en sueño en el Instituto del Sueño, en Onda Cero.

Otra de las posibles causas es la deshidratación, un motivo más para mantener una buena hidratación durante el día. Se achaca también a un déficit de sales minerales y nutrientes, que los músculos necesitan para funcionar adecuadamente, sucede con el magnesio o el potasio, por ejemplo. Algunos medicamentos pueden favorecer su aparición, así como sustancias como la cafeína. Las personas con problemas vasculares son más propensos a tenerlos, así como las embarazadas, sobre todo en la recta final.

No reviste de importancia si es una cuestión puntual, si se convierte en una situación frecuente, lo mejor es consultar con un especialista, porque puede ser un síntoma de algún problema. En cualquier caso, la gran pregunta sigue sobre la mesa, ¿cómo calmo este dolor cuando aparece?

Qué hay que hacer cuando se te sube el gemelo

Cuando esto sucede el dolor llega de repente, por lo que no es raro que el agobio nos impida pensar con claridad, sin embargo, es esencial estar tranquilo y, sobre todo, intentar mantener la calma, no andar ni intentar forzar el músculo. Lo primero que debemos hacer es estirar la pierna suavemente, apuntando con la punta de los dedos hacia arriba. Después masajear la zona, hasta que el músculo se relaje y se alivie la tensión que ha sufrido.

Después de este momento de intensidad, lo mejor es que el músculo descanse y se relaje, por lo que un poco de reposo es más que recomendable, evitando hacer ejercicio o forzando la musculatura de nuevo. Lo mejor para evitar que suceda de nuevo es calentar antes y cuidar la alimentación, incluyendo alimentos ricos en potasio, como el plátano.