Así se detecta un cáncer: "El patólogo es quien tiene la última palabra en el diagnóstico"
El papel fundamental de los técnicos y patólogos: las figuras invisibles detrás del diagnóstico del cáncer
La web de Informativos Telecinco ha podido asistir al Hospital del Henares (Coslada) para conocer el recorrido de la biopsia
Así se pasa de la extracción del tejido a una muestra en un portaobjetos para poder examinarlo a microscopio
Recibir un diagnóstico de cáncer es una noticia que lo cambia todo. El oncólogo informa al paciente en consulta, y en medio del shock solo hay espacio para intentar asimilar lo que está por venir. La incertidumbre se impone: ¿qué pasará ahora? En esos momentos de confusión, pocos se detienen a pensar en quién ha identificado si el tumor es benigno o maligno. Es fácil asumir que esa responsabilidad recae en el oncólogo, la figura visible en ese instante crucial. Sin embargo, detrás de ese diagnóstico hay un protagonista silencioso y fundamental: el patólogo.
Las sospechas de que existe un tumor maligno se pueden levantar con una prueba de imagen, como una ecografía, mamografía o resonancia magnética nuclear. Sin embargo, la confirmación llegará tras una biopsia. Primero realizan la extracción de un fragmento de tejido y segundo, comunican al resultado al paciente. Pero. ¿Qué pasa en este transcurso?
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Para conocer los pasos de una biopsia y cómo se obtiene el diagnóstico hemos acompañado a la Dra. Karen Villar, médico especialista en Anatomía Patológica en el Hospital Universitario del Henares, quien ha sido elegida por tercera vez por la revista The Pathologist como una de las 100 patólogas más influyentes, posicionándola como una referente a nivel nacional e internacional.
También con María del Mar Olmo, Técnico especialista de Anatomía Patológica que trabaja junto a ella en misma institución y ha sido nombrada por segunda vez en la categoría “In the Wings” poniendo de relieve su dedicación técnica en el campo de la patología intervencionista. Ambas, junto a su equipo, forman un tándem imprescindible en el diagnóstico del cáncer.
El recorrido de la biopsia
Cuando se realiza la extracción de un tejido u órgano, como una próstata, colon, útero o una mama, ya sea para detectar si hay células cancerígenas u otras afecciones, las muestras recogidas llegan a un laboratorio de anatomía patológica. Allí trabajan técnicos de anatomía patológica, patólogos, administrativos, biólogos residentes y biólogos moleculares.
La web de Informativos Telecinco ha podido asistir al Hospital del Henares (Coslada) para conocer el recorrido de la biopsia. En el laboratorio se encuentra María del Mar Olmo Fernández junto a su equipo de técnicos de anatomía patológica. Es a partir de entonces, cuando comienza una cadena de eslabones que debe trabajar con mucha rigurosidad para que el diagnóstico sea fiable.
De la extracción del tejido a un portaobjetos para examinarlo a microscopio: así es el proceso
Cuando llega una biopsia al Servicio de Anatomía Patológica, debe seguir una serie de procedimientos que comienzan con la recepción de la muestra y terminan con el informe diagnóstico. "Lo primero que hacemos es valorar si cumple con una serie de requisitos", indica la técnico. "Uno de los aspectos fundamentales es que la muestra esté correctamente fijada en formol, crucial para preservar la estructura y composición del tejido".
Después, se le asigna un número de registro y se pasa a la mesa de tallado. Durante este proceso, se realiza una descripción macroscópica, donde se toma nota del tamaño, color y consistencia de la muestra. Después, "se identifican las secciones más representativas y se introducen en cassettes para su procesamiento", explica.
Una vez que se tienen las partes de los tejidos seleccionados e introducidos en los cassettes, se pasaría por un procesador de tejidos automático - que funciona en el caso de este laboratorio por las noches - para eliminar el agua e impregnarlos de parafina (cera), para darle dureza.
Al día siguiente, "una vez que se tienen los bloques de parafina, con un microtomo, hacemos cortes de entre tres y cinco micras", indica Olmo. Esos cortes de tejido se llevan a un baño para poder separaros, ya que son muy delicados, y poder adherirlo a unos portaobjetos. “A nivel técnico trabajamos con bloques convencionales y con macrobloques, sobre los que impartimos docencia a otros hospitales, en el cual somos referentes”, apunta.
La tinción, él último paso antes de llegar al patólogo
"Los tejidos por sí solos generalmente carecen de color, con excepción de la sangre y la melanina. Para poder examinarlos al microscopio y visualizar sus estructuras, es necesario teñir los portaobjetos (técnica de tinción hematoxilina-eosina)", expresa Olmo.
"Este proceso de tinción y montaje es fundamental para resaltar las estructuras celulares y tisulares, permitiendo su correcta visualización e interpretación microscópica", resalta. "Una vez esto, se le entrega al patólogo para diagnosticar".
El papel fundamental del patólogo
Es entonces cuando el papel del patólogo cobra importancia. La Dra. Karen Villar recoge las muestras y pasa al microscopio para dar el diagnóstico. "El patólogo es el que diagnostica si el tumor es benigno o maligno. Nuestro trabajo implica tomar decisiones que cambian el curso de decisiones clínicas con un paciente. Tienes la palabra final en muchas ocasiones", afirma Villar.
Es por ello por lo que "es muy importante que el proceso de la muestra, antes de recibirla nosotros para el diagnóstico, que se haya hecho bien para poder dar una información correcta al paciente. Los técnicos hacen una labor muy importante", recalca.
¿Qué sucede cuando el patólogo tiene el diagnóstico?
"Una vez que se tiene el diagnóstico se traza un plan según el perfil del paciente y de cómo sea el tumor. En los hospitales se hacen reuniones semanales de facultativos de distintas especialidades médicas involucradas en el diagnóstico y manejo de cada tipo de patología, esto se llama Comité Multidisciplinar. Este es muy importante para tomar decisiones con cada paciente", apunta.
El tiempo que se tarda desde que se realiza la biopsia hasta que el patólogo hace el diagnóstico depende del tamaño de la muestra y de la complejidad diagnóstica de cada caso. "Sobre todo, es difícil la valoración de los casos postratamiento -la biopsia también se realiza para ver la respuesta al tratamiento cuando no se ha eliminado el órgano, para lo que se volvería a hacer el proceso de nuevo", razona. "En ocasiones hay que analizar mucho tejido para tener la certeza de una respuesta completa al tratamiento. Decir ‘no hay tumor’ en ocasiones puede ser complejo. Hay que estar seguro”.
Este trabajo tan importante de los Patólogos y de los Técnicos es muy desconocido por la sociedad, ya que en ocasiones se cree que el diagnóstico lo hace el oncólogo. "Se suele asociar al patólogo a las autopsias solamente y en realidad estamos mano a mano con otros especialistas preservando la vida de los pacientes” señala Villar. “Es por eso que, en mi opinión, es importante que el patólogo esté más cerca del paciente. Esto contribuirá enormemente a que ellos sepan que detrás de su diagnóstico hay un médico especialista dedicado a poner nombre a su patología: el Patólogo”, concluye.
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