Se triplican los casos de transmisión de ETS entre mayores de 60 años: a qué se debe

La buena noticia es que la sexualidad después de los 60 parece estar en plena forma. La mala: según cifras del Centro Nacional de Epidemiología, solo en la última década se han triplicado los casos de gonorrea, sífilis o clamidia. Y al parecer el ímpetu de ese 60% de españoles mayores de 65 que asegura tener una sexualidad plena, ha traído consigo un relajamiento proporcional de los cuidados mínimos. ¿Qué está ocurriendo?

Hay razones muy puntuales: para empezar, sin el riesgo de embarazo se suele minimizar el uso de preservativos, principal defensa contra el contagio de Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS). El uso más desacomplejado de sildenafilo (viagra) entre los varones mayores y la consecuente aumento de parejas sexuales en esa franja de edad son otras de las razones.

Curiosamente, los mismos adultos que han machacado a las generaciones más jóvenes con el tema de la protección, parecen estar fallando en su segundo despertar sexual.

En un reportaje de la periodista Xénia Lobo, para La Vanguardia, Vânia de la Fuente, médica y antropóloga, experta internacional en edadismo y envejecimiento saludable, sostiene que "El problema es que las personas mayores no hablan del tema, los profesionales de la salud tampoco les preguntan, y apenas salen reflejados en las encuestas. Las generaciones actuales de personas mayores no han recibido educación sexual en ningún momento, y a menudo no son conscientes de los riesgos que conlleva tener otras parejas si no se toman las precauciones adecuadas", explica Vânia de la Fuente, médica y antropóloga, experta internacional en edadismo y envejecimiento saludable.

Segú recoge el mismo reportaje, "las últimas encuestas publicadas en España revelan que un 75% de las personas de entre 55 y 65 años no emplea nunca o casi nunca el preservativo en sus relaciones" y eso estaría teniendo consecuencias.

Según datos del Instituto De Salud Carlos III, desde el inicio de la década de 2000 se observa un aumento en la incidencia de infecciones de ETS como la gonorrea, la sífilis y la clamidia, especialmente en hombres jóvenes, aunque la edad varía en función de la enfermedad. La clamidia, por ejemplo, es más común en menores de 25 años, a diferencia del linfogranuloma venéreo. Según el informe, entre 2021 y 2023 la infección gonocócica creció un 42,6% y la sífilis un 24,1%. La clamidia ha aumentado un 20,7% anual entre 2016 y 2023. 

“La sífilis es una enfermedad mortal —avisa a la Vanguardia la doctora Justyna Kowalska, profesora de Medicina en el Departamento de Enfermedades Infecciosas de Adultos de la Universidad Médica de Varsovia, consultora sénior en Enfermedades Infecciosas en la Clínica Ambulatoria de VIH del Hospital de Enfermedades Infecciosas de Varsovia (Polonia) y autora de una investigación sobre la situación de las ITS en los mayores—. Y la clamidia no tratada puede causar infertilidad. Como a cierta edad la infertilidad no se considera un problema, se deja de utilizar el preservativo. Y las mujeres mayores tampoco se someten a pruebas de detección de cáncer de cuello uterino porque así lo establecen las directrices. Parece que las ITS no son lo suficientemente sexis como para que se les preste atención en la investigación y en la sanidad pública”.

Los estragos neurológicos causados por enfermedades como la sífilis, se multiplican en organismos cuya función inmune tiende a disminuir, por lo que la protección debería redoblarse en lugar de relajarse. Disfrutar de una sexualidad placentera mejora la calidad de vida en las personas mayores... siempre y cuando se practique de manera responsable.