Una DANA descomunal ha dejado en las últimas horas efectos devastadores en áreas de Valencia, Albacete y Málaga con un saldo trágico: al menos 51 muertos y varios desaparecidos. Los equipos de emergencias trabajan sin descanso desbordados por la magnitud y el impacto inesperado de las lluvias, que han puesto en alerta a medio país. Además de las víctimas mortales, otras imágenes menos luctuosas pero también impactantes como son cientos de vehículos acumulados arrastrados por las fuertes corrientes de agua.

En casos de desastres naturales, la información es fundamental. Si la AEMET y las autoridades dan aviso de una DANA, es importante acatar las recomendaciones que puedan minimizar el impacto de las lluvias torrenciales, como las que comparte en su cuenta de X la Guardia Civil o la revista de la Dirección General de Tráfico.

En cualquier caso, sea cual sea la situación, si la DANA nos sorprende lo más importante es mantener la calma. Actuar de forma precipitada puede empeorar la situación. Pensar durante un momento nos permitirá poner en práctica en mejores condiciones las siguientes pautas:

Lo más importante si nos sorprende una tromba de agua cuando vamos circulando con nuestro coche es no atravesarla. Aunque la lluvia haya disminuido, nunca debemos minusvalorar el empuje del agua. Si la fuerza del agua ha disminuido, pero la cantidad acumulada es muy notable, tampoco debemos intentar atravesarla. El coche flotará y seremos arrastrados por la fuerza de la corriente.

Ya sea en coche o caminando, debemos intentar alcanzar un punto elevado, evitando los vados donde se pueda producir una inundación o pendientes por las que pueda acumularse agua y correr con mucha fuerza. Nunca es buena opción refugiarse en cuevas o bajo áreas rocosas, ya que tienen mayor tendencia a inundarse.

Depende de la velocidad a la que vaya el agua. Si es una corriente rápida y fuerte, pero con poco volumen, hay que permanecer dentro del coche. Sin embargo, si el nivel de agua sube a toda velocidad, se debe abandonar el vehículo. Primero hay que comprobar que salimos a contracorriente. Eso nos permitirá abrir la puerta y acceder al techo. Otra opción es salir por una ventanilla abierta. En cualquier caso, hay que tener en cuenta que si el coche flota, perderá adherencia al suelo y eso también tiene un riesgo para el conductor: podría caer y verse arrastrado por las aguas.

Es posible que la angustia nos empuje a utilizar el móvil constantemente para estar informados, pero hay que ser prudente, ya que las líneas pueden colapsar impidiendo la comunicación entre personas en situación de emergencia. Es recomendable informarse a través de la radio para saber cómo evoluciona la situación

Si estamos fuera del coche, no hay que correr, ya que las corrientes de aire atraen los rayos. Al mismo tiempo, hay que apagar todos los aparatos eléctricos que llevemos: móviles, reproductores de música, radios... También hay que deshacerse de cualquier objeto metálico o puntiagudo; es decir, no es momento de paraguas. Si vamos en grupo, mejor dispersarse unos cuantos metros.