La fórmula para evitar el 'efecto rebote' tras las vacaciones: "No se trata de hacer sacrificios extremos"
El regreso a la rutina puede llevar a intentar perder el peso ganado en verano
Sin planificación, estas estrategias pueden ser temporales y causar frustración
Consejos para volver a la rutina después del verano: de la organización a la alimentación
Con la llegada de septiembre, muchos se enfrentan al desafío de retomar la rutina después del verano, especialmente cuando desean perder el peso ganado durante las vacaciones. Para lograrlo, suelen optar por dos enfoques que, paradójicamente, pueden incrementar el estrés: reducir drásticamente la ingesta de alimentos o eliminar ciertos grupos de comida, y aumentar de manera excesiva la actividad física.
En ocasiones, la motivación nos lleva a combinar ambos esfuerzos, pero sin una planificación adecuada, estos métodos pueden resultar en soluciones temporales. Aunque una dieta estricta puede dar resultados a corto plazo, a mediano y largo plazo suele generar frustración, agotamiento emocional y, en muchos casos, el temido efecto rebote tanto en el peso como en la autoestima.
MÁS
Nutricionistas desaconsejan realizar dietas estrictas para recuperarse tras los excesos de las vacaciones
Los alimentos que nunca debes consumir antes de dormir: harán que te sea imposible conciliar el sueño
¿Qué hay detrás de los helados 0% azúcares? Utilizan "edulcorantes de pésima calidad", según un informe
José Antonio López, profesor experto en Psicobiología y Metodología en Ciencias del Comportamiento, explica que "realizar una dieta y actividad física únicamente con el objetivo de perder peso puede ser contraproducente a nivel mental. Nuestro objetivo real debería ser adoptar una alimentación y un estilo de vida más saludable. Esto, a su vez, conllevará una pérdida de peso más equilibrada y controlada a lo largo del tiempo".
"Volver a la rutina después de las vacaciones puede generar estrés, pero hay formas de manejarlo adoptando hábitos saludables que no solo beneficien el cuerpo, sino también la mente", señala. "La clave está en crear un estilo de vida sostenible que no se base únicamente en la privación, sino en la moderación y el disfrute de pequeños placeres, como comer chocolate, helados o el consumo de bebidas fermentadas, dentro de una dieta equilibrada como la Dieta Mediterránea, en la que se incluyen los vegetales, legumbres, cereales o pescado".
También explica que excepto las dietas con fines médicos prescritas por una enfermedad, todas las dietas que tengan el único fin de perder peso están condenadas al fracaso. "El mantenimiento de nuestro peso es un hábito. Es algo crónico, para siempre. Nuestro peso es parte esencial de nuestra salud. Y, por lo tanto, mantener un peso, que no una dieta, requiere cambiar el estilo de vida, el estilo de pensar y el estilo de socialización. Según toda la evidencia científica actual, adscribirse al patrón de la Dieta Mediterránea es la decisión más segura para regular nuestro peso y salud, incluida la salud mental.”
Conoce lo que dice la ciencia sobre lo más saludable
“Muchas veces lo que dice la ciencia se aleja de tendencias novedosas, pero es donde está la evidencia. Por ejemplo, la Dieta Mediterránea ha sido ampliamente estudiada y sus beneficios están bien documentados. Familiarízate con ella e intenta incorporar frutas y verduras, cereales integrales, legumbres o frutos secos con mayor frecuencia”, señala López Moreno.
Elige bien tus compañías a la hora de comer
El experto además aconseja: “Rodéate de personas que tengan una relación saludable con la comida, ya que esto te ayudará a mantener tu nuevo estilo de alimentación. No obstante, no renuncies a socializar”.
Actividad física y bienestar emocional
López también subraya la importancia de mantener la actividad física regular como parte de un enfoque holístico hacia la salud. “Tenemos que dejar de enfocar el ejercicio como una herramienta para mantener el peso bajo control porque nos lleva a una obsesión insana y no vamos a disfrutar de este momento. Tenemos que verlo como una vía más para reducir el estrés y mejorar el estado de ánimo. Volver a la rutina debe incluir movimiento, ya sea caminar, nadar, bailar o cualquier otra actividad que disfrutemos”.
Por último, recuerda que la clave para mantener una vida saludable a largo plazo es la constancia y el equilibrio: "No se trata de hacer sacrificios extremos o de renunciar a todo lo que nos gusta. La verdadera salud integral viene de encontrar el equilibrio entre el disfrute y el autocuidado, adoptando hábitos sostenibles que podamos mantener todo el año”.
Es importante entender que la decisión de adoptar un estilo de vida más saludable solo se toma una vez en la vida. Es mucho más fácil tomar una sola decisión que muchas pequeñas decisiones día tras día. Elige la opción fácil: no hagas que el otoño, el próximo invierno o los siguientes sean diferentes al verano. La constancia es clave para el éxito.
Suscríbete a las newsletters de Informativos Telecinco y te contamos las noticias en tu mail.
Síguenos en nuestro canal de WhatsApp y conoce toda la actualidad al momento.