Los efectos del 'Banksying' o 'ruptura silenciosa': "No se trata de una conducta egoísta"

Cuando se produce una ruptura, lo primero que se siente es un vacío emocional. Un vacío que muchas personas tratan de llenar de diferentes maneras. Algunos incluso buscan experiencias que les provoquen adrenalina con el objetivo de huir de las emociones más dolorosas que acompañan a este duelo. Aprender a gestionar ese vacío es clave para poder superar esa pérdida, permitiendo sentir ese dolor para que la experiencia no se alargue en el tiempo ni se vuelva mucho más intensa. Pero, ¿qué pasa si todo esto sucede dentro de la propia relación?

La psicóloga, terapeuta de parejas y creadora de contenido Celia Betrián (más conocida en redes sociales como Psicologíaycelia) ha explicado para la web de Informativos Telecinco que a veces las personas no tienen las herramientas necesarias para tomar las decisiones correctas a la hora de romper una pareja. Compartir una vida con otra persona crea un vínculo tan fuerte que, a veces, resulta casi imposible de destruir. “Muchas personas, aunque ya no sientan amor y su relación esté totalmente acabada, no saben de qué manera dar el paso y comunicárselo a la otra persona”, cuenta. Por tanto, deciden ir “matando” la relación poco a poco hasta agotarla de tal manera que se dé por hecho que se ha terminado.

Esta tendencia se conoce como ‘Banksying’ y consiste en preparar a la otra persona para la ruptura, habiéndolo planeado previamente pero sin decírselo expresamente a la otra parte implicada. Es la muerte lenta y silenciosa de la pareja. Se produce cuando una de las dos partes decide alejarse, cortando tanto la comunicación como el tiempo de calidad en pareja, incluyendo también una disminución en las prácticas sexuales.

La técnica 'Banksying' se produce cuando se carece de herramientas emocionales para gestionar esta situación 

Muchas personas han calificado esta tendencia como tóxica. Celia Betrián, sin embargo, nos ha aclarado que "no se trata de una conducta egoísta" sino de personas que tienen dudas y que tratan de tomar la decisión correcta y quieren hacer las cosas bien, tanto para su propio beneficio como para el de la otra persona. “No se debe etiquetar un fenómeno como bueno o malo, especialmente en las rupturas, ya que no son iguales y nunca se vivirán igual en ambas partes, ya que depende de la forma de ser y la dinámica de cada persona”, explica la profesional.

Este tipo de rupturas suelen alargarse en el tiempo debido a que se topan con una de las partes queriendo tomar una decisión pero con una serie de miedos que hacen que no sea capaz de cortar de raíz. Para la persona sobre la que se ejerce este tipo de separaciones, es un proceso duro ya que su pareja le priva de una información primordial acerca de la estabilidad de su propia relación. Eso sí, la profesional argumenta que hay una serie de señales que dan pistas sobre lo que está por venir, lo que hace que haya una preparación o una expectación anterior al momento de la ruptura definitiva.

En cuanto a cómo poder superar este duelo, la psicóloga recomienda un contacto mínimo (o cero, si es posible). En el caso de los matrimonios que cuentan con ciertos vínculos que, de una manera u otra, les unirán de por vida, como es el caso de los hijos, el contacto tendrá que ser meramente cordial y respetuoso para el bienestar de la familia. Pero en el caso de tratarse de una pareja que no tenían nada que les uniese forzosamente, es más recomendable el contacto cero.

“Es necesario que se respeten los límites de cada persona y que no se idealice la idea de poder volver a recuperar la pareja. Para ello, es bueno fomentar el reconectar con otras personas, realizar actividades individuales o con otras personas que mantengan la cabeza ocupada y centrarse en el proceso personal”, recomienda. 

Este concepto toma su nombre de un plan ideado por el artista callejero 'Banksy'

El término de ‘Banksying’ tiene su origen en el artista callejero ‘Bansky’, conocido por ser el autor de muchas obras realizadas en plena calle y por el sentido crítico de las mismas. ‘La niña con un globo’ fue una de sus creaciones más famosas y por la cual, toma el nombre este tipo de ruptura. Esta obra, fue subastada por 21,8 millones de euros, siendo una de las obras más caras del artista. Lo interesante sucedió cuando fueron a sacar la pintura de su marco original. La obra se autodestruyó inmediatamente. El artista había preparado este plan mucho antes de la subasta. Por eso, crean un símil entre el ‘plan de autodestrucción’ del artista con la ‘ruptura silenciosa’. 

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