Las enfermedades cardiovasculares en España afectan a más de 770.000 de personas, posicionándose como la segunda causa de muerte. En Europa la cifra sube hasta los 14 millones, siendo España uno de los países más perjudicados.
Dentro de las patologías del sistema circulatorio la insuficiencia cardiaca arrasó con la vida de 19.107 españoles en 2023. Ahora, un estudio ha identificado que en población mayor (en torno a unos 76 años), la pérdida de olfato podría estar relacionada con mayor riesgo de desarrollar una enfermedad cardiaca.
"Se conoce como insuficiencia cardiaca congestiva, que como su propio nombre indica, consiste en que el corazón es incapaz de bombear la suficiente cantidad de sangre que le demandan el resto de los sistemas o aparatos que componen el organismo o si lo consigue es realizando un sobreesfuerzo", explica Raquel Frías García, médico especialista en Cardiología y profesora de Fisiología y Anatomía Humana en la Universidad Europea de Madrid.
El hallazgo principal de este estudio consiste en identificar que, en pacientes de edad avanzada, la pérdida del olfato puede estar relacionada con un aumento del riesgo de desarrollar insuficiencia cardiaca sintomática a largo plazo, sobre todo entre las personas que consideran que tienen muy buena salud.
"Si bien es cierto que hay que interpretar estos hallazgos con cuidado y es necesario que se realicen más estudios similares para la confirmación de estos resultados, ya que las pruebas de las que se dispone son limitadas", subraya la cardióloga.
Los problemas con el sentido del olfato aumentan con el envejecimiento y son más comunes entre los hombres que entre las mujeres. "Detectar la pérdida de olfato en un paciente no es una tarea complicada, y puede hacerse de manera rápida y sencilla en una consulta médica. Sin embargo, el patrón más habitual entre los pacientes ancianos que pierden olfato es prestar poca atención o dar poca importancia a este hallazgo como marcador de una posible enfermedad y atribuir esta pérdida del olfato a la edad", indica Raquel Frías.
Otros estudios científicos indican que una pérdida de olfato está asociada a enfermedades como la demencia y se considera un síntoma temprano de la enfermedad de alzhéimer o la enfermedad de párkinson.
"Los trastornos del olfato tienen muchas causas, algunas más sencillas de identificar que otras. Las causas más comunes de los trastornos del olfato son el envejecimiento, las sinusitis y las infecciones de las vías respiratorias superiores, los pólipos nasales, el tabaquismo, los problemas dentales, la exposición a ciertos productos químicos, como insecticidas y solventes, o incluso puede ser causada por medicamentos", indica.
Para poder identificar qué está produciendo la pérdida de olfato es necesario que "el paciente acuda a su médico de atención primaria, que identificará posibles causas, que en caso de ser necesario le derivará a un especialista para una evaluación adecuada y completa", finaliza.
Suscríbete a las newsletters de Informativos Telecinco y te contamos las noticias en tu mail.
Síguenos en nuestro canal de WhatsApp y conoce toda la actualidad al momento.