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El segundo fármaco más utilizado en España contra el dolor y la fiebre es el ibuprofeno, un fármaco que ha despertado recelos en Francia, donde se va a limitar la publicidad de sus dosis más alta después de varios casos de reacciones graves ante un consumo abusivo.
En nuestro país esos fármacos se utilizan muy frecuentemente y pueden tener reacciones adversas: ocho millones de personas toman, según algunos cálculos, dosis excesivas de este tipo de antiinflamatorios. En total se venden 46 millones de cajas de este medicamento.
Íñigo caminaba por la calle, cuando un día, de repente, sufrió "un bajón de tensión brutal" y rompió a sudar. En el hospital le detectaron una úlcera sangrante debida, según los médicos, al uso del ibuprofeno.
Dosis de un gramo cada ocho horas durante nueve días: "Sin ningún tipo de protector estomacal, ni nada". El suyo es un caso no muy habitual, pero refleja una tendencia mucho más común: "Un aumento en el consumo. Es gente que realmente no debería tomarlo", señala Jhon Camacho, jefe de nefrología policlínica de Guipúzcoa.
Un uso tan normalizado y tan extendido -"cada ocho horas, todos los días"- que, en ocasiones, se cometen imprudencias: "Mi madre, sobre todo, dice que por seis horas no pasa nada". De ahí la necesidad de recordar lo básico: "Lo mejor es, 'cuanta menos dosis te haga falta, mejor'", explica Gorka Areitio, farmacéutico.
Porque el abuso puede provocar, además de lesiones gastrointestinales, daño renal o hepático. Y aunque las dosis de 400 y 200 miligramos se dispensan sin receta conviene controlarse para evitar males mayores: "Ya me lo dijeron, ibuprofeno, nunca más".
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