El trasplante de médula ósea de donante sano supone un alto grado de complicaciones (hasta un 50%) con secuelas que merman su calidad de vida e incluso son potencialmente fatales, según han informado expertos en Hematología en el Congreso para concienciar y poner foco en la innovación terapéutica y personalizada.
Durante la jornada, organizada por la Asociación de pacientes de Linfoma, Mieloma, Leucemia y Síndromes Mieloproliferativos (AEAL), con la colaboración de Sanofi, el jefe del Servicio de Hematología del hospital Virgen del Rocío, en Sevilla, José Antonio Pérez, ha señalado que la principal complicación tras uno de estos trasplantes es la Enfermedad de Injerto contra Receptor Crónico (EICRc), que causa afectación en piel, ojos, articulaciones, mucosas y en algunos casos pulmón e hígado.
Según ha explicado este experto, la enfermedad aparece porque el sistema inmunitario del donante ataca a tejidos sanos de órganos del paciente trasplantado. Puede ser aguda, si aparece justo después del trasplante; o crónica, cuando se manifiesta meses después.
España es líder en trasplante de órganos. En 2023, se realizaron 5.861 trasplantes, según los datos de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), de los cuales 1.371 fueron trasplantes alogénicos de médula ósea, es decir, con células sanas de donante emparentado o no emparentado, pero con características similares a las del paciente.
Desde la AEAL, su presidenta Begoña Barragán ha pedido que además de ser líderes en trasplantes, España debería posicionarse a la cabeza en el seguimiento y tratamiento de las complicaciones que pueden aparecer.
Según una encuesta realizada por la farmacéutica Sanofi y expuesta por su director médico, José Luis Guallar, el 73% de los españoles desconoce las complicaciones posibles tras un trasplante de médula ósea, y en concreto de la existencia de la Enfermedad de Injerto Contra Receptor crónica (EICRc), que celebra el día mundial el 17 de febrero.
En la jornada, la hematóloga y responsable de la estrategia nacional de Trasplante de Progenitores Hematopoyéticos (TPH) 2020-2025, Dolores Hernández, ha subrayado la importancia de que, por primera vez, se haya puesto el foco en el trasplante "de algo que no son órganos", y además se haga a nivel europeo.
Hernández ha comentado que la "hoja de ruta" pasa por dar prioridad al trasplante dentro de las agendas sanitarias y políticas, situar los tratamientos innovadores en un marco ético y dar calidad a la vida de los pacientes trasplantados.
En concreto sobre los trasplantes de médula ósea, esta hematóloga ha reclamado medidas para mejorar los cuidados de los pacientes y facilitar el acceso a la innovación, y para ello, ha dicho, tiene que haber alianzas públicas y privadas, investigación académica y fármacos accesibles.
Y ha reclamado que todos los pacientes que accedan a un trasplante tienen que hacerlo en centros de calidad, para lo que se están exigiendo los más altos estándares y proporcionando financiación de los fondos del plan nacional de médula ósea.
En la próxima estrategia nacional, que ya se está perfilando, Hernández ha avanzado que se recogerán "varios guantes" como la Enfermedad del Injerto contra Receptor crónica, una vez que las asociaciones de pacientes lo están reclamando.
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