Cuidarse siempre es bueno, pero obsesionarse con el autocuidado, aunque no se llegue a la vigorexia, no lo es. Aunque sea paradójico, las personas demasiado comprometidas con su salud pueden entrar en un bucle obsesivo que acabe en agotamiento.

La clave de la salud es respetar los ritmos de descanso y actividad, sin sobrepasar los límites de la propia resistencia. Ciertos comportamientos dirigidos a mejorar el rendimiento pueden ser contraproducentes y provocar el efecto contrario. Si lo que buscamos es mejorar la salud y añadir calidad de vida a los años, ten en cuenta los siguientes hábitos, esos que cumples fervientemente porque crees que te vienen bien, pero, en realidad, son perjudiciales. 

El cuerpo es uno de los primeros en dejar ver los avances en el ejercicio físico. Si vamos al gimnasio, queremos que se nos note. Y para eso, además de hacer ejercicio empezamos a restringir la ingesta calórica; es decir, a hacer dieta o a dejar de comer y ciertos alimentos.

Desde esa perspectiva, un día de comilona familiar o de excesos con amigos se vive como un auténtico drama con una reacción excesiva. Nos referimos, por ejemplo, a todo un día de ayuno después de un evento familiar, a restringir la sal o comer por defecto en modo régimen.

Hay que saber que las personas que hacen ejercicio queman calorías en estado basal (incluso en reposo). Estos metabolismos no pueden alimentarse como el de una persona que quiera perder peso. Un deportista necesita tener uns hábitos nutricionales buenos y sostenibles. Una alimentación escasa es el camino más corto para asegurarse una mala salud.

Tan malo es no comer como comer en exceso. Si el cuerpo se agota en el proceso digestivo, estamos contribuyendo al cansancio. "Que el alimento sea tu medicina, y tu medicina, tu alimento", decía Hipócrates. De ahí que unos nutrientes de calidad sean básicos para mantener una buena salud.

Pero someter al cuerpo al desgaste de metabolizar un exceso de alimentos, de distinto tipo, no es bueno. Por eso, los nutricionistas aconsejan no mezclar diferentes tipos de proteínas en una misma comida o comer en grandes cantidades. También es bueno dejar al menos 12 horas de reposo, mejor por la noche, cuando el mecanismo de reparación del cuerpo empieza a funcionar, al estómago, hígado, riñones y páncreas. Un sistema digestivo agotado equivale a una persona agotada.

"La fama cuesta", se decía en una famosa serie. No solo costaba, sino que había que pagarla con sudor. De ahí, al gimnasio no hay nada. Y de ahí a matarse en el gimnasio, menos. Hacer fitness está muy bien, siempre y cuando se escuchen las señales del cuerpo. Cualquier cosa que se salga de cómo funciona tu cuerpo, hay que tenerla en cuenta.

Si hay dolor, no hay duda de que esa actividad en ese momento no está siendo buena para ti. Muchas grandes lesiones se han gestado en pequeñas contracturas que no han recibido la atención adecuada. No hay que esperar a que ningún problema se agrave. Pillar a tiempo una lesión hará que la recuperación sea más fácil.