Gelatofobia o el miedo a que se burlen de uno: causas, síntomas y tratamiento

Casi todos hemos vivido situaciones en las que hemos tenido miedo a ser ridiculizados. Alguien nos hace una broma con buena intención que puede malinterpretarse, o recibimos un comentario no solicitado sobre nuestro aspecto o nuestro peso y no reaccionamos a tiempo. Bien puede ocurrir que, dentro de un grupo, nos convertimos en la diana de los comentarios de los demás sin haberlo pedido. A veces las fronteras no están claras: ¿Se está riendo esta persona de mí? La broma que acaba de hacerme, ¿venía de buenas?

La gelotofobia es un término que quizás no resulte familiar para muchas personas. Sin embargo, es un fenómeno que afecta a un segmento significativo de la población. No es solo el miedo puntual a ser el centro de atención o a cometer un error frente a otros; sino una fobia profunda y persistente a ese ‘qué van decir de mí’, que se transforma en ‘están diciendo cosas malas de mí’. Fobia paralizante a recibir burlas o comentarios negativos. 

¿Qué es la gelotofobia? 

Este trastorno se caracteriza por mostrar ciertos síntomas relacionados con la imagen social que proyectamos en los demás, o cómo nos vemos cuando interactuamos con otras personas y surgen los típicos intercambios ambiguos: una broma acá, una risa allá. El origen de este miedo a la burla puede estar vinculado a experiencias pasadas y a nuestra propia estructura psicológica. 

Realmente, no hay un único "tipo" de persona que sufra gelotofobia. Se ha observado con mayor frecuencia entre quienes han pasado por situaciones de acoso o humillación repetida, especialmente durante sus años de formación en el colegio e instituto. Por ejemplo, las personas que han sido víctimas de bullyng pueden tener más facilidad que otras para sufrir este grave problema de autoimagen. 

Los gelotofóbicos suelen interpretar la risa o las bromas, incluso las más inocentes, como algo dirigido hacia ellos de manera negativa. La risa despierta miedo, y en algunos casos, terror. De hecho, quienes la sufren tienden a comportarse de forma evitativa y reservada en términos sociales, huyendo de determinados encuentros e interacciones por el miedo a recibir burlas o comentarios negativos. Una especie de mecanismo de defensa distorsionado que precede al aislamiento social y la parálisis, también conocida como el síndrome de Pinocho: rigidez muscular, mirada ausente, dirigida a un punto donde no tenga que cruzarse con otra. 

Esta huida está muy relacionada con otro de los comportamientos más típicos de los gelotofóbicos. Son personas hipervigilantes, en constante alerta, que buscan signos de la risa ajena de forma continuada. De nuevo, no es la broma que se dirige a ellos de forma clara y que puede detectarse al momento, sino la posibilidad de la burla. También pueden somatizar este miedo a que los ridiculicen: palpitaciones, sudoración excesiva, temblores o incluso ataques de pánico

Formas de superar la gelotofobia

Como en buena parte de las fobias y trastornos de autoimagen, el proceso terapéutico es lento y necesita atención psicológica para superarse. A día de hoy, la opción más recomendable suele ser la Terapia cognitivo-conductual (TCC). 

Este proceso terapéutico ayudará a la persona que sufre la fobia a identificar y desafiar sus pensamientos y creencias irracionales relacionadas con ser ridiculizados y le permitirá exponerse gradualmente a la fobia para ir aceptándola como parte de su psique. Es casi la única forma de aprender a enfrentar y superar su miedo.