Los daños de las bebidas energéticas en menores: pueden causar obesidad, ansiedad e irritabilidad
Una lata de cualquier bebida energética equivale a tomar dos tazas de café, que mezclado con alcohol potencia su capacidad estimulante
Un estudio revela que un 45% de los adolescentes entre 14 y 18 años consumieron estas bebidas energéticas el último mes, un porcentaje que en el caso de los chicos supera el 50%
El alto contenido de cafeína en las bebidas energéticas, que consumen mayoritariamente menores, supera la dosis recomendada para estas edades
Las bebidas energéticas en el punto de mira. Autoridades sanitarias y de protección al consumidor alertan del alto contenido de cafeína en estas bebidas que los jóvenes beben como si fuera agua y que provoca irritabilidad, obesidad, ansiedad y alteraciones del sueño. Un estudio revela que un 45% de los adolescentes entre 14 y 18 años consumieron estas bebidas energéticas el último mes, un porcentaje que en el caso de los chicos supera el 50%.
Le darías a un niño para desayunar dos cafés?", porque solo una lata de cualquier de estas bebidas energéticas equivale a dos tazas de café
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Las bebidas energéticas funcionan como "un potente estimulante" por la cantidad de cafeína y azúcar que contienen, ha asegurado la periodista Lidia Camón, que cita el informe publicado por Sanidad 'Estudios sobre el consumo de alcohol y drogas entre los adolescentes españoles. Los datos revelan que las bebidas energéticas son "una verdadera plaga entre los menores", que habitualmente suelen mezclarlas con alcohol potenciando su efecto estimulante al atenuar "la sensación de sueño, generando un estado de “borrachera completamente despierta” con el consecuente aumento de "los posibles daños sobre la salud", señalan desde la OCU.
Las bebidas energéticas "no son un refresco inocuo": son "bombas de cafeína"
Desde la organización que protege a los consumidores alertan que las bebidas energéticas no son "un refresco inocuo", sino "bombas de cafeína" por lo que exigen avisar de ello de una manera más clara" en el etiquetado, tal y como se hace con el tabaco y el alcohol.
La pregunta es: "Le darías a un niño para desayunar dos cafés?", dice Camón que recuerda como la Xunta de Galicia prohibirá a partir de 2024 la venta de bebidas energéticas a menores, porque solo una lata de cualquier de estas bebidas equivale a dos tazas de café. En Galicia, además, para evitar confusiones, la normativa obligará a los supermercados a colocarlas en estanterías separadas de los refrescos tradicionales.
Si a la cafeína se le suma el azúcar, que en una lata de medio litro duplica la cantidad recomendada por la Organización de la Salud (OMS) el cóctel explosivo está servido.
Los informes de Sanidad alertan de que las bebidas energéticas pueden provocar trastornos del sueño, irritabilidad, obesidad, ansiedad y metiendo al cuerpo en lo que los médicos llaman un efecto 'on-off'. "En un momento estamos muy arriba y al poco aquí abajo" con daños al metabolismo.
Las organizaciones reclaman un etiquetado más claro y de mayores dimensiones, en el que se advierta de los efectos graves en la salud a las personas vulnerables, como niños y mujeres embarazadas o lactantes. Así como de una advertencia de no consumir bebidas energéticas mezcladas con alcohol.