Rosa María García, tras varios intentos de suicidio: “Estoy feliz y contenta de estar viva”
Rosa María García nos cuenta en el Día Mundial de la Salud Mental y tras varios intentos de suicidio que hoy está "feliz y contenta de estar viva”
El 14,5% de las personas admite haber tenido ideaciones suicidas o haber intentado suicidarse, según un estudio reciente
El teatro rompe con el tabú del suicidio en clave de humor
Casi cuatro de cada 10 personas en España valoran negativamente su salud mental actual. El 14,5% de las personas admite haber tenido ideaciones suicidas o haber intentado suicidarse, según un estudio reciente. Es el caso de Rosa María García, catalana de 56 años que, tras haberlo intentado varias veces y con motivo del Día Mundial de la Salud Mental, hoy asegura que se siente “feliz y contenta de estar viva”.
El suicidio es de las primeras causas de muerte no natural en España. El año pasado se suicidaron 4.097, un 2,3% más que en 2021, según los datos provisionales del Instituto Nacional de Estadística (INE). Eso es, aproximadamente 11 personas al día y 3,5 veces más muertos que en accidentes de tráfico, que fueron 1.145 el año pasado.
MÁS
“No llegué a consumarlo porque no sabía métodos"
Rosa María García, de 56 años, intentó suicidarse reiteradas veces cuando tenía 23 años. “No llegué a consumarlo porque no sabía métodos. Iba improvisand, pero llegue a estar tres días entre la vida y la muerte”. El 14,5% de la población ha tenido ideas suicidas o ha intentado suicidarse. La mayoría son mujeres, un 17%, según datos del informe ‘La situación de la salud mental en España 2023’, elaborado por la Confederación Salud Mental España y la Fundación Mutua Madrileña.
Por edad, las ideas suicidas o el intento de suicidio se producen en mayor grado en el grupo de jóvenes de 18 a 24 años, concretamente un 31,8%, más o menos la edad que tenía Rosa cuando lo intentó.
La historia de Rosa, una vida de abusos
“Lo pasaba muy mal en casa, donde fui víctima de abusos sexuales por parte de un familiar muy cercano y sufrí maltrato psicológico”, cuenta Rosa María.
“Con 18 años tuve una depresión y agorafobia. En un año de autoencierro empecé a tener una alucinación que me hacía compañía y que me decía que no hablara de ella y eso hice”. Con el paso del tiempo, Rosa empezó a salir pero no se sentía bien. “Tomé la decisión, o mejor dicho, la desesperación tomó la decisión por mí, de suicidarme”.
Hubo varios intentos y varios ingresos en un hospital psiquiátrico de Santa Coloma de Gramanet, Barcelona, durante unos cuatro años. Ella tiene un buen recuerdo de sus estancias en el psiquiátrico. "Había gente que podía entrar y salir, en la entrada solo había una barrera como la de los aparcamientos, estaba cerca del pueblo, podías estudiar a distancia y allí mismo había un grado superior de cocina", afirma.
Hoy Rosa María, a sus 56 años, está “feliz y contenta de estar viva”. Tiene diagnosticada “distimia, una depresión persistente en el tiempo”, pero eso no le impide ser activista social. Trabaja en un grupo de apoyo “como los de alcohólicos anónimos, donde hablamos de salud mental y adicciones, que muchas veces vienen de la mano”.
Los consejos de Rosa
"La muerte por suicidio no es la única salida”
Cuando uno piensa en suicidarse, dice Rosa, es porque “no ve más salida” a la situación que “le atormenta”, pero debe saber “que la muerte por suicidio no es la única salida” y que “mañana volverá a salir el sol”.
Recomienda a cualquiera que esté sufriendo a ese nivel que “pida ayuda” y que “hable” porque “hablar es importante”. Debería “presentarse en las urgencias de un hospital psiquiátrico, que no tenga miedo a ir y que allí se deje ayudar”.
Cómo se puede ayudar a un enfermo mental
Para ayudar a las personas con ideaciones suicidas es básico una mayor cobertura en salud mental, junto con una labor de prevención y de terapias, afirma Rosa María. “Hay falta de recursos y de profesionales en la sanidad pública cuando el tratamiento es necesario desde los primeros síntomas” para hacer el camino y la recuperación más fácil.
La salud mental es la gran “olvidada” y está “llena de estigmas”. De entre las personas diagnosticadas con un problema de salud mental, más de la mitad (58,5%) ha sentido rechazo social en algún momento de su vida en su entorno y el 55% ha sentido en algún momento discriminación, siendo el laboral el ámbito más señalado en este sentido. Un 11%, según el citado estudio, no ha confiado a nadie su problema.
"Hay que dejar de estigmatizar a las personas que se han sentido mal y han pedido ayuda”
“Hay que dejar de estigmatizar a las personas que se han sentido mal y han pedido ayuda”, sentencia Rosa María. “El suicidio debe dejar de ser un tabú, hay que hablar de ello. Aunque dé miedo enfrentarse al suicidio, no se debe mirar para otro lado. Hay que afrontarlo y comentarlo”.
La salud mental, cuyo Día Mundial se celebra hoy, es una cuestión a la que cada vez más españoles dan más importancia, un 4,5 sobre cinco sobre su bienestar general. Tal vez sea porque el 74,7% de la población en España cree que en los últimos años ha empeorado la salud mental de la población.