¿Por qué no se debe soplar en las heridas abiertas?
Lejos de ayudar a calmar el dolor, soplar las heridas es contraproducente para su curación
Los gérmenes que hay en la boca pueden provocar que la herida se infecte
¿Tapar una herida o dejarla al aire? Qué hacer para que cure antes
Una de las acciones más habituales que llevamos a cabo cuando nos hacemos una herida o se la hace alguien a quien tenemos que atender –hijos, hermanos…– es soplar directamente con el único objetivo de calmar el dolor y secar un poco la sangre que haya aparecido. No es de extrañar ver a un padre o una madre soplando la rodilla maltrecha de sus hijos cuando se caen en el parque y se hacen un raspón. Sin embargo, lejos de aliviar el dolor que los pequeños sienten, probablemente les estén perjudicando, ya que soplar en las heridas abiertas no es recomendable.
Un error muy común
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Tal y como publica la Sociedad Española de Médicos Generales y Familia en una entrevista a José Manuel Cuervo Menéndez, miembro del Grupo de Urgencias y Emergencias de esta entidad, “el acto de soplar una herida, aunque sea algo intuitivo y que se ha hecho tradicionalmente para aliviar el escozor generado por el traumatismo o por la aplicación de un antiséptico, no es recomendable, pues en la boca conviven un gran número de gérmenes, que con esta maniobra pueden ser proyectados sobre la herida, pudiendo contribuir a desarrollar una infección en la misma, al no contar ya con la protección natural de la piel”.
Es decir, al problema que ha creado la propia herida se le une una posibilidad mayor de que se infecte y, por lo tanto, que duela más y se retrase la curación. Cabe señalar además que ese aire soplado apenas alivia ni ayuda a que se seque.
No dejarlas al aire
De hecho, este mismo profesional apunta otra creencia que está equivocada, la de que las heridas se curan más rápido al aire libre. “Existe la creencia de que las heridas que permanecen descubiertas para que les dé el aire o el sol se secarán antes, disminuyendo el tiempo de cicatrización. Hoy día se sabe que esto sólo aumenta la posibilidad de contaminación y, por tanto, el riesgo de infección. Además, el tejido de cicatrización requiere de un balance adecuado de humedad para que las células encargadas de producir el colágeno y los demás componentes de la piel trabajen adecuadamente”, explica detalladamente. Así pues, lo más adecuado es emplear “un apósito adecuado, ayuda a mantener la temperatura y humedad requeridas para una cicatrización correcta, evitando, también, la formación de costra, que al contrario de lo que suele creerse, la retrasa”.
¿Cómo curar bien una herida?
Dado que no es conveniente ni soplar la herida ni dejarla al aire, ¿cómo hay que limpiarla y curarla? En la Sociedad Española de Médicos Generales y Familia detallan los siguientes paso:
- Lavarse las manos antes de tocarla.
- Cuando la herida está sangrando, comprimirla con una gasa seca unos cinco minutos. Si la gasa se empapa, utilizar otra; y si la compresión no detiene la hemorragia, habrá que acudir a un centro médico.
- Después de que cese el sangrado es el momento de lavarla con agua potable o suero fisiológico.
- Secar con una gasa, pero no con algodón.
- Aplica antiséptico.
- Cubrir la herida con un apósito.
- Limpiar y aplicar antiséptico cada 24 horas.