Verano es sinónimo de vacaciones y de planes refrescantes como ir a la playa o a la piscina, por lo que no es de extrañar que los bikinis y los bañadores sean la prenda de ropa más utilizada en julio, agosto e incluso septiembre, si el tiempo acompaña y lo permite.
No obstante, para que la ropa de baño nos dure todo el verano e incluso para la próxima temporada, hay que hacer un buen cuidado y mantenimiento de ella, algo que engloba tanto una limpieza adecuada como también guardarlos correctamente en el armario.
Por lo general, después de un día tomando el sol y zambullirnos en el mar o en agua dulce, lo primero que solemos hacer al llegar a casa es ducharnos para quitarnos la sal y ponernos crema de cuerpo para hidratar la piel. Ahora bien, ¿qué se debe hacer con la ropa de baño que hemos empleado?
Mientras muchos la ponen en el cesto de la lavadora para limpiar junto con otras prendas, otros la guardan de nuevo en el armario, sobre todo si al llegar a casa no está mojada ni húmeda. Pero, ¿qué habito es el correcto?
La ropa de baño se suele deteriorar más rápido debido a la constante exposición al sol, al cloro de la piscina y a la arena y la sal de la playa, factores que afectan a la calidad del material. Así entonces, de querer mantener el color y la elasticidad de tus bikinis o tus bañadores va a ser importante lavarlos correctamente.
Para que aguanten más tiempo en perfecto estado, debemos lavarlos tras de cada uso y preferiblemente antes de que se sequen. Así se conseguirá eliminar todos los restos de sal o cloro que hayan quedado impregnados, manteniendo el color del tejido y su forma como el primer día.
Un error frecuente es meterlos en la lavadora cada vez que nos los ponemos, como hacemos con otro tipo de prendas, sobre todo en verano. No obstante, de hacerlo con la ropa de baño puede llegar a desgastar el tejido. En estos casos, lo mejor es lavar los bikinis y bañadores a mano con agua templada y un poco de jabón neutro. Ahora bien, en caso de usarlos de forma muy frecuente, no siempre va a ser bueno lavarlos nada más utilizarlos, por lo que procura al menos pasarle una agua.
Aunque, como hemos dicho, no es recomendable limpiar estas prendas con la lavadora después de cada uso, si se aconseja meterlos cada cierto tiempo para quitar la suciedad en profundidad, aproximadamente una vez por semana. Eso sí, antes de nada revisa la etiqueta y sigue las indicaciones sobre el lavado que indica el fabricante.