La figura de la matrona puede ser una figura poco conocida a nivel social, pero las madres a las que acompañan antes del parto siempre acaban diciendo que sin estas profesionales sanitarias no sabrían bien cómo gestionar un embarazo y el seguimiento del mismo. Hablamos de una profesión concreta en la que suelen ser en su mayoría mujeres. No obstante, también hay hombres. Es el caso de Pablo Ortega, el único matrón en el Hospital del Mar de Barcelona de 43 profesionales.
Para el matrón, según ha explicado, en lo referido a su profesión, "hablar de género como hombre y mujer está obsoleto". "Creo que hay que mirar la profesionalidad de cada persona", detalla Pablo, que se siente "muy bien" con sus compañeras. Es "uno más dentro del equipo". Y es que esta vocación le llegó de familia, ya que su abuelo fue matrón. Una inspiración que le nació muy temprano: "Desde pequeño me gustaba y me llamaba la atención el embarazo, sobre todo el momento del parto".
El matrón del hospital barcelonés estudió primero Enfermería y después se especializó. No cree que por ser hombre tenga que tener menos oportunidades de ejercer lo que le gusta. "Puede haber personas que no estén con tanta predisposición a que el proceso lo lleve un hombre. Pero al final, demostrando tu grado de profesionalidad, hablando con respeto y guardando la intimidad de la mujer, no hay ningún problema", comenta.
Pablo sabe muy bien lo importante que son las matronas. De hecho, destaca que se necesita una respuesta de las nuevas generaciones. A finales de los años 90 cerraron las Escuelas de Matronas y esto implica que hubo más de nueve años sin formar a ninguna profesional.
"Esto, dentro de cuatro años, veremos cómo se van jubilando poco a poco y no hay ese reemplazo. Hay que buscar alguna solución al respecto", precisa el matrón. Las consecuencias pueden ser muy altas a nivel social.
"Es caótico, principalmente para la mujer. Porque nosotros nos dedicamos exclusivamente a la mujer y englobamos todo lo que es su salud. Por lo tanto, en el momento en el que la matrona deje de existir, repercutirá negativamente en su salud", detalla el profesional.
Porque las matronas trabajan "desde la adolescencia hasta la menopausia". "Abarcamos toda la edad fertil de la mujer", sentencia Pablo, un profesional que se desvive por su labor. Para el matrón, ese abrazo final de pareja "entre madre y bebé" no tiene precio: "Se te ponen los vellos de punta".
La situación es muy delicada. Así lo explica Marta Figueras, matrona de Barcelona: "Hay un déficit de matronas, la situación es critica porque detectamos que no existe relevo generacional. En Cataluña hay 1.480 matronas en activo y sabemos que en cuatro años se jubilarán 711. Este año se formarán solo 437 en toda España".
La figura de la matrona, apunta la profesional, "es importantísima para la educación sexual femenina, los derechos de salud de la mujer se ven afectados". Son muchas las voces que se pronuncian por la falta de estas trabajadoras de la salud.
Y la solución no es fácil, tal y como comenta Laura Benejam, otra profesional de este sector: "Habría muchas más enfermeras que querrían formarse como matronas, pero el proceso es muy duro. Hay que estudiar mucho y muy pocas plazas. Los hospitales tienen que ofrecer más plazas".
A pesar de que la natalidad está bajando, se necesita incrementar la calidad del día a día. "Es una profesión que es muy de cuidar y le falta visibilidad", sentencia la joven matrona. La función que tienen durante el embarazo se conoce, pero no todo el acompañamiento en la salud sexual que aportan las matronas, así como la defensa de todos los derechos en este sentido: duelo en las gestaciones, menstruación, transitar a otro género... Perdemos en derechos sin ellas.