Los niños españoles consumen más del doble de azúcares añadidos de los que recomienda la OMS, según un estudio
Un estudio revela que los niños españoles consumen a diario más del doble de los azúcares añadidos que recomienda la OMS
Los expertos, sorprendidos por la percepción de los padres ante ciertos productos, piden a la industria reformular los alimentos
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El consumo medio de azúcares añadidos en niños españoles es "más del doble" (55,7 gramos/día) de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que son de 25 gramos al día, según ha concluido un estudio realizado por el Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (INYTA), de la Universidad de Granada. Recientemente, la OMS también ha alertado de un patógeno que puede provocar una nueva pandemia más letal que el covid.
Este trabajo de investigación, publicado en la revista científica 'Nutrients', ha contado con una muestra de 1.775 adultos con hijos de entre 7 y 12 años, y ha tenido como objetivo estimar la ingesta de azúcares añadidos y analizar la densidad nutricional de los alimentos que aportan estos azúcares a la dieta de los menores. Por otra parte, un estudio científico desvela cuál es la bebida que hidrata más que el agua.
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Alimentos con baja densidad nutricional
Para llevar a cabo la investigación, los autores construyeron un índice para evaluar el valor nutricional de los alimentos objeto del estudio, reflejando la densidad de nutrientes presente en cada porción de cada alimento (NDIS), y un índice de ingesta diaria de nutrientes (DNII), calculado en función de la cantidad diaria consumida de cada alimento.
Así, el estudio revela que el consumo medio de azúcares añadidos en niños españoles se encuentra "muy por encima" de las recomendaciones de la OMS, y que "más de la mitad del azúcar añadido procede de alimentos con baja densidad nutricional".
De acuerdo con los resultados, consideran "muy llamativo" que los padres tengan una percepción "aceptable o buena" sobre determinados alimentos con una densidad nutricional baja y que aportan alto contenido en azúcares añadidos por ración.
El 65 por ciento de los azúcares añadidos consumidos diariamente por los niños españoles procede de alimentos y/o productos con baja densidad nutricional: el azúcar blanco, mermeladas, salsas, golosinas, cacao en polvo, refrescos, helados, galletas, néctares de fruta, pastelería y bollería industrial, barras de chocolate, bizcochos y repostería casera, bebidas energéticas y/o para deportistas.
El otro 35 por ciento procede, por el contrario, de alimentos y/o productos con mayor densidad nutricional. De densidad media, postres lácteos, bebidas vegetales y yogures azucarados o saborizados; y de densidad alta, batidos envasados con al menos un 90 por ciento de leche, cereales de desayuno y leches infantiles enriquecidas.
¿Qué alimentos son buenos y cuáles son malos?
En rueda de prensa, Jesús Francisco Rodríguez Huertas, catedrático de fisiología del Instituto de Nutrición y Tecnología de Alimentos 'José Mataix Verdú' en la Universidad de Granada, y María Dolores Mesa-García, catedrática del departamento de bioquímica y biología molecular del Instituto de Investigación Biosanitaria de Granada, han detallado los resultados del estudio y han explicado qué alimentos contienen demasiados azúcares añadidos y, por tanto, hay que excluir de la dieta diaria.
Por ejemplo, Rodríguez Huertas ha apuntado, en primer lugar, que la leche y los derivados lácteos, como los yogures naturales, "siguen siendo un alimento importante en la alimentación de los niños". "Es uno de los alimentos que no aportan añadidos y es un alimento de una elevada densidad de nutrientes. Si no fuese por la leche, difícilmente alcanzaríamos la ingesta recomendada de algunos nutrientes, entre ellos calcio y vitamina D de la población española", ha asegurado.
Sin embargo, ha advertido de la estrecha relación de la leche con el cacao, que "tiene azúcar añadido y que deberíamos de reducir sí o sí". Mesa-García ha instado, en este sentido, a reducir desde pequeño el cacao en la leche para acostumbrar a los niños a "sabores menos dulces".
La experta ha recordado que también son recomendables la fruta y todos aquellos productos que contienen azúcares libres, es decir, los que están presentes de forma natural en los alimentos. Igualmente, ha dado su visto bueno a los zumos ("no los néctares, que sí tienen azúcares añadidos").
Mesa-García ha pedido hacer una distinción con aquellos productos que contienen azúcares añadidos pero también otros nutrientes, como los cereales de desayuno, los batidos con al menos un 90 por ciento de leche o las bebidas vegetales. A su juicio, en el caso de estos productos hay que reducir el consumo aunque no haya que eliminarlos completamente de la dieta diaria.
En el grupo más rechazable sí se encontrarían aquellos alimentos que "más azúcar añadido aportan y que además no tienen una densidad nutricional adecuada". "Tenemos que tener cuidado con ellos e incluirlos en la dieta solo de forma ocasional", ha explicado la experta.
En esta clasificación se encuentran "bollería industrial, galletas, cacao en polvo, barritas de chocolate o golosinas". "Ahí es donde tenemos que hacer hincapié y tenemos que enseñar a los padres a que esos alimentos no es que estén demonizados, no es que hay que quitarlos de la dieta, sino que tienen que reducir el consumo y tienen que ser conscientes de que tiene que ser solo de forma ocasional", ha apuntado al respecto.
Por otra parte, también se ha mostrado "sorprendida" con los resultados de elaboraciones caseras como el bizcocho, que también cuentan con una gran cantidad de azúcares añadidos pese a no ser de fabricación industrial. "Parece que lo que tenemos en casa y nosotros hacemos es más saludable. Pero si le estamos añadiendo azúcar, por mucho que se lo estemos añadiendo nosotros, es azúcar añadido", ha detallado.
Los expertos también han censurado el consumo de bebidas azucaradas por parte de los niños, que a veces las toman "como si fueran agua". "Esto es algo que nos preocupa mucho, porque apenas tienen nutrientes, aportan muy pocos, y hay que contemplarlas como bebidas hidratantes, pero en casos muy específicos, porque realmente, insisto, el aporte nutricional es muy bajo", han avisado los expertos.
Lo mismo ocurre, según han pormenorizado, con las bebidas isotónicas: "Los niños no tienen por qué tomar este tipo de bebidas porque para la práctica deportiva que suelen realizar, el tiempo empleado y la intensidad, bastaría con agua normal, agua embotellada o agua de grifo".
Solicitan a la industria reformular los alimentos
Rodríguez Huertas ha avisado de que los números de sobrepeso infantil y obesidad en España son "preocupantes" y ha alertado de que los azúcares añadidos "tienen un impacto negativo sobre la salud de nuestros niños y de nuestros mayores, puesto que contribuyen significativamente a la obesidad y, por tanto, en la salud de la población".
Ante esta situación, el experto ha reclamado medidas como "incorporar al etiquetado la cantidad de azúcares añadidos si realmente queremos intervenir nutricionalmente para prevenir muchas de estas enfermedades". En este sentido, Mesa-García ha pedido a la Administración que "regule" los azúcares añadidos que se incorporan los alimentos y que la industria "reformule" los alimentos.
"Se podrían reformular los productos en la industria y se podría regular desde la Administración para hacer lo mismo que se ha hecho con la sal, que se ha ido regulando para bajar progresivamente. El pan hace unos años tenía mucha más sal que la que tiene ahora. Y no nos hemos enterado porque se ha ido regulando muy bien, se ha hecho muy bien y se ha ido regulando poco a poco la bajada. Pues de la misma manera se puede hacer con los azúcares añadidos y además también de esa manera podríamos acostumbrar el paladar de los niños a un sabor menos dulce y a requerir menos cantidad de azúcar en su alimento preferido", ha esgrimido la especialista.
El llamamiento, según Mesa-García, también tiene que ir para la industria alimentaria, que, a su juicio, debería "reformular esos alimentos que los niños van a pedir", como el cacao o la bollería, para que contengan menos azúcar.