Después de que la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) haya alertado de la fabricación de productos cosméticos en Barcelona que no cumplían la normativa reguladora, conviene apuntar que, en ocasiones, los productos químicos que se utilizan en cosmética pueden afectar a la piel de quienes los utilizan.
No en vano, esta industria utiliza unos 8.000 elementos en la elaboración de los productos que utilizamos a diario, con lo que puede darse el caso de que haya usuarios que no toleren alguno de ellos.
Cuando se produce una intolerancia, los síntomas más habituales son irritación en la piel, picores, prurito, ardor e incluso la aparición de ampollas. Todas ellas entran en la categoría de dermatitis de contacto, aunque también pueden deberse a que la persona que las sufre tiene algún trastorno alérgico. Asimismo, cualquier persona puede experimentar alguno de estos episodios, aunque, como cabe esperar, son las que tienen piel atópica las más propensas a sufrir alguno de los síntomas señalados.
En el momento en que aparece alguna reacción cutánea es conveniente acudir al dermatólogo y que sea este especialista el que determine el origen y decida el tratamiento, ya que el problema puede originar secuelas o ser el comienzo de una patología más grave.
Los elementos químicos de la cosmética se aplican sobre la piel, el mayor órgano que tenemos y el que se encuentra más expuesto a los agentes externos. Por ello, hay que mantener una higiene adecuada antes y después de aplicar cualquier producto. Además, es recomendable mantener limpios los elementos que se emplean para el maquillaje, tales como brochas o aplicadores, entre otros. Y no deben compartirse, puesto que pueden ser foco de infección. Recordemos que no todas las pieles son iguales y lo que para una es inocuo, para otra puede ser el origen de una dermatitis.
Entre el gran número de ingredientes que se emplean en cosmética, hay algunos más peligrosos que otros. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) realizó una lista de aquellos que suelen dar más problemas y que, por lo tanto, conviene evitar en la medida de lo posible. En ella se refiere a conservantes, filtros ultravioleta y fragancias, tal y como se expone a continuación.
Finalmente, hay que recordar que cada vez que se emplean cosméticos, hay que eliminarlos al llegar a casa. Y es que el agua es clave para evitar que los efectos sean más dañinos.