Influencers “viciados” con el vapeo, la última treta para enganchar a los menores: "9 de cada 10 cobra y no lo dicen"
Los vídeos de 'influencers' vapeando están directamente relacionados con el aumento del consumo entre jóvenes
Al no tener una regulación aumenta el consumo directo pero también la predisposición al consumo
La población debe saber que esta exposición al 'humo digital' no es inocente, que se hace con la intención de que se consuma
Preocupación. Así expresa Diego de Haro, técnico del Observatorio de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) que nueve de cada diez jóvenes de 16 a 21 años estén expuestos de forma habitual al "humo digital" en redes sociales y plataformas bajo demanda, lo cual duplica el riesgo de que consuman tabaco y también nuevos productos como vapeadores, que perciben además como inocuos pese a tener efectos igual de nocivos.
Es decir, desde el Observatorio de AECC creen que los influencers campan a sus anchas en sus vídeos donde aparecen vapeando, con cigarrillos electrónicos o con tabaco tradicional en las redes sociales y plataformas de televisión, que están al alcance de los menores.
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Hay ciento de ejemplos. Un tik toker, con más de 189.000 seguidores aparece vapeando en uno de sus vídeo. Sale un mensaje que dice: "estoy viciadísimo a vapear con Blu. Si no sabes lo que es te lo resumo". Otra, La Xinni, con más 10 millones de seguidores sale en uno de sus vídeos disfrazada con un vestido corto rosa y unas botas altas blancas con un cigarrillo electrónico y bailando.
La mayoría de los seguidores son menores de edad
"Todos tiene libertad para hacer el contenido que quieran, lo preocupante es que ese contenido no se hace para entretener, es decir, pueden hacer ese mismo vídeo sin aparecer fumando en pantalla. No habría merma en la calidad o el entretenimiento. El problema es que este contenido está incitando a los jóvenes a fumar o vapear cada vez más y además, esta normalizando el consumo porque la percepción del riesgo es mucho menor que antes", asegura de Haro.
"Esto hace pensar que es la ultima estrategia de la industria del tabaco de promocionar de manera indirecta estos productos que de otra manera están más regulados. Sobre todo si tenemos en cuenta que buena parte de los followers suelen ser menores de edad, lo que los hace especialmente vulnerables a este tipo de malas prácticas", denuncia de Haro.
Pero esto no es nuevo. La industria tabacalera tiene una historia con Hollywood para promocionar productos relacionados con el tabaco. En los años 80, cuando empezaron a surgir restricciones, y de manera indirecta situaban esos productos en la pantalla para que se fuera relacionando con buenas percepciones.
Esto se ve en estudio. El 44% de los jóvenes piensa que fumar te hace mas interesante. "Esta idea no se le ocurre a los jóvenes por si solos", asevera De Haro. Además, el 44,8% lo relacionan con que ayuda en situaciones difíciles, cuando el protagonista de turno tiene un problema y se enciende un cigarrillo. O que el 36% creen que con un cigarro es más fácil ligar o hacer amigos fumando. "Son ideas que se han ido implantando por la industria en el inconsciente colectivo".
Con todo esto las redes sociales y las plataformas 'on demand' se han convertido en la principal vía de "normalización e incluso con la deseabilidad" del consumo de nuevos dispositivos, según De Haro.
Publicidad encubierta
"Ahora, sabemos que las regulaciones están avanzando, pero a la vez avanzan los espacios de contenido audiovisual. La nueva ley de comunicación audiovisual tienen apartados donde se regula lo que hacen los influencers porque son personas que tienen un gran impacto en la sociedad. Pero estos apartados no están vigentes todavía porque requieren de un reglamento que no está", explica el experto.
¿Se entiende que estos influencers cobran un dinero por salir vapeando o sacando algún producto relacionado con el tabaco es sus vídeo y publicaciones? "Nuestro estudio no trata sobre esto pero hay informes que determinan que es así. Se refiere, por ejemplo, a Influencers y publicidad encubierta en las redes sociales realizado por Leticia Cabrera de la Universidad de Cádiz, que asegura que cada vez hay más publicidad encubierta en redes sociales y que 9 de cada 10 influencers que cobran por salir con estos productos, no lo dicen, precisamente por no estar regulado. Han sido sometidos a sanciones por hacer este tipo de publicidad. "La ley 28/ 2005, sí prohíbe la publicidad directa de productos del tabaco. Pero estos nuevos productos de inhalación de aerosoles no están exactamente cubiertos por la legislación actual luego, no estarían incurriendo en una ilegalidad".
La publicidad de estos vapeadores no pueden verse en televisión, ni anunciarse en la radio, ni en los medios digitales o impresos de la sociedad de la información. Lo impide la ley 28/2005 de medidas sanitarias contra el tabaquismo que equipara el tabaco y los dispositivos susceptibles de liberar nicotina. El artículo 19.4 deja claro que "constituye infracción muy grave la publicidad, promoción y patrocinio de dispositivos susceptibles de liberación de nicotina y envases de recarga que no estén permitidas".
Pero algo no cuadra cuando la industria ha visto un resquicio en que los influencers hagan este tipo de publicidad y de momento no se haya hecho nada.
Visibilizar el problema y regularlo
"Por eso", sentencia De Haro, "es urgente visibilizar este problema, movilizar a la población y regularlo. La población debe saber que esta exposición al 'humo digital' no es inocente, que se hace con la intención de que se consuma y que además, lo están consiguiendo. Ahora mismo, no hay una regulación clara para proteger al consumidor cuando se le oferta productos que no son saludables para su salud", argumenta De Haro.
Y los datos lo corroboran. Concretamente, el 82,5 por ciento ha tenido al menos una forma de exposición al tabaco en plataformas o medios, y el 83 por ciento ha tenido al menos una forma de exposición al vapeo o cachimbas. Si unimos los dos datos; el 91,3 por ciento de los jóvenes entre 16 y 21 años se haya visto expuesto al 'humo digital' tanto de tabaco tradicional como de nuevas formas de inhalación, a través de redes sociales o plataformas, en los últimos 30 días.
"Con estos datos, hemos dividido para ver a qué asociamos este impacto. Y entre los que no han tenido ningún tipo de exposición al "humo digital", fumaría un 24%, y atención, entre los que sí han tenido exposición a estos vídeos, fumarían un 52% de los jóvenes, más del doble", explica De Haro.
Las sustancias son tóxicas y cancerígenas
"Todo esto indica un esfuerzo por la industria tabacalera por normalizar el consumo nuevos dispositivos", asegura la doctora Karen Ramírez, del Departamento de Prevención y Promoción de la Salud de la AECC. "Se cree que los cigarrillos electrónicos no tienen efectos, pero sí los tienen. A corto plazo, una consecuencia es la enfermedad de evali, exclusivamente relacionada al uso de cigarrillos electrónicos. En Estados Unidos, hay reportes de enfermedades altamente graves en personas jóvenes, como neumonías lipoideas que han llevado a la hospitalización de estas personas", ha detallado.
A corto plazo, los cigarrillos electrónicos también producen un empeoramiento de las enfermedades crónicas pulmonares preexistentes; así como un mayor número de exacerbaciones asmáticas en los jóvenes. "Esto hace que la calidad de vida de las personas que consumen estos productos se deteriore", ha asegurado Ramírez. Muchos de los líquidos presentes en las nuevas formas de inhalación de humo "son tóxicos" y, además, 'per se' la nicotina es un agravante y condiciona el desarrollo de enfermedades crónicas.
"Vapear, lo ven hasta bien, no hay riesgo"
Los jóvenes ven normal vapear, y encima dicen que es mejor porque no deja olores, es mas fácil de dejar, y se comparte experiencias con los amigos, pero lo más preocupante es que casi el 60 % de estos jóvenes creen que está de moda porque lo hacen actores, streamers, influencers (57%), según el estudio de AECC.
"Al no tener una regulación aumenta el consumo directo, pero también la predisposición al consumo, ese es el problema. Creamos una predisposición del consumo y al final el consumo directo".
De Haro asegura que si las televisiones y las radios ya tienen su prohibición para publicitar productos relacionados con el tabaco, "hagamos lo mismo con las nuevas plataformas antes de que como muestra el estudio, se dispare el consumo o de que sea demasiado tarde", concluye el experto.