La ciencia está dando pasos agigantados, sobre todo en la medicina. Esto se puede ver en lo avances médicos que permiten que enfermedades que hasta hace relativamente poco era incurables, como el VIH, ahora no lo sea. Esto se ha podido ver después de que una mujer se curase de la enfermedad, convirtiéndose en la cuarta personas del mundo en curarse del VIH. Las salas de operaciones también han pegado un drástico cambio en los últimos años. Con el fin de hacer estas intervenciones cada vez más seguras y eficaces se han ido implantando robots, como es el caso de Hugo, el cual promete un mayor número de intervenciones seguras, eficaces y con un coste menor.
Hugo ya ha llegado a España, estando presente en distintas salas de operaciones de múltiples hospitales de la geografía española. Gracias a sus múltiples brazos, donde se pueden acoplar distintos instrumentos como cámaras, un bisturí o un aspirador, permite que los cirujanos se adentren en el cuerpo del paciente, pero desde la lejanía. Todo se controla desde una especie de sala de máquinas, donde el sanitario puede observar a través de una gran pantalla, y con unas gafas 3D, todos los detalles de la operación.
Esta compleja tecnología reduce los tiempos de recuperación y aumenta la precisión humana. Gracias a sus brazos mecánicos se puede "alcanzar zonas muy complejas de ver", afirma Emilio Vicente, director del Servicio de Cirugía General y Digestiva del hospital HM Sanchinarro. El 3 % de las operaciones se hace ya a través de asistencia robótica como Hugo.
Con el quirófano casi vacío, los doctores se preparan para llevar a cabo una intervención quirúrgica. Lo primero que haces es despertar a Hugo, lo visten, lo calibran, lo revisan al milímetro, comprueban sus movimientos: "comprobamos que el recorrido sean completos", asegura un médico del hospital HM Sanchinarro. Una vez acabado todos los preparativos, todo está listo para recibir al paciente y que comience la operación.
Antes de nada se marcan los puntos por donde se van a introducir los brazos mecánicos. En uno de ellos se acopla la potente cámara. Esta nueva generación de robots mejora la visión 3d, el equipo de cirujanos del hospital HM Sanchinarro, se coloca las gafas y comienza a operar asistidos por la enorme precisión del robot: "La precisión forma un papel absolutamente transcendental".
Hugo parece que cobra vida, sus múltiples brazos, hasta 5 en función del tipo de cirugía se desplazan sobre el cuerpo del paciente. Al otro lado de la consola las manos de los doctores dan las precisas órdenes. Y si miramos más abajo vemos como los pies también actúan. Descalzos para aumentar la sensibilidad. La comunicación con el equipo es constante. Se llega al tumor y con precisión milimétrica. Se extirpa y se cauteriza. La recuperación del paciente, gracias a la ayuda de Hugo, será mucho mejor.